“REALMENTE CREE EN LO MÁS PROFUNDO DE TU CORAZÓN
QUE TU PROPÓSITO FUNDAMENTAL, TU RAZÓN DE SER, ES
ENGRANDECER LA VIDA DE LOS DEMÁS. TU VIDA SERÁ
MÁS GRANDE TAMBIÉN Y TODAS LAS OTRAS COSAS
POR LAS QUE NOS ENSEÑARON A PREOCUPARNOS
SE RESOLVERÁN POR SÍ SOLAS.”
—PETE THIGPEN, RESERVAS DE EJECUTIVO
Nada está aquí por casualidad. Todo lo que hay sobre la Tierra tiene una función divina. Profundo en el corazón de cada uno de nosotros existe el deseo de saber por qué estamos aquí y cómo podemos hacer que el mundo después de nosotros sea un lugar mejor. Tal vez tú no has alcanzado ese punto todavía. Pero finalmente, te harás la pregunta del billón de dólares: “¿Por qué estoy aquí?”
En el momento en que te formules esa pregunta, tu corazón y tu mente comenzarán a reexaminar la historia de tu vida —cómo ha sido, cómo es, cómo podría ser el futuro—y a buscar una escena que complete la historia. Lo más probable es que cuando pienses en la historia de tu vida hasta este punto, pienses acerca de las cosas que han ocurrido: los sucesos de tu vida. Pero a medida que tienes más edad, con mayor intensidad comienzas a preguntarte el por qué de tu vida. A medida que maduras, comienzas a apreciar que la vida es más que un sueldo, un título o una tarjeta de negocios. Llegas a comprender que eres mucho más que lo que haces, dónde vives y cuánto dinero ganas.
De modo que, ¿por qué estás aquí? Aún si no conoces la respuesta a esa pregunta, yo sí. Absolutamente simple, estás aquí para completar tu misión universal. Sí, así es, el universo tiene una misión para ti. Y tú eres la única persona en este planeta de 6500 millones de personas que puede llevar a cabo esa misión. Tú estás aquí en la Tierra por una razón muy específica. Hay un vacío en el mundo que necesita tu toque, tu percepción, tu sabiduría, tu magia. Estás aquí para ser diferente y para cambiar el mundo. Estás aquí en este momento de la historia para dejar una huella que sólo tú puedes hacer. Tu Misión Universal es brillar e iluminar la vida de los demás.
Años atrás, ¡yo estaba tan perdido como ganso en una tormenta de nieve! Profesionalmente, estaba trabajando tan duro como era necesario para mantener mi empleo, pero sólo lo suficiente como para que no me despidiesen. Cumplía con las formalidades porque, como le sucede a la mayoría de la gente, mis cuentas gritaban más alto que mis sueños. Mis anhelos y deseos de una absoluta felicidad y una vida con sentido se habían desvanecido. Entonces tuve uno de esos excepcionales momentos de definición que tuvo un impacto perdurable en mi vida. La compañía para la que trabajaba me había enviado a París para un proyecto de consultoría en un banco europeo de 300 años de existencia. Durante una presentación ante mil gerentes del banco, encontré mi brillo. Descubrí la persona que siempre había querido ser”. Desde entonces me he dado cuenta de que mi misión universal es inspirar al 10 por ciento de los 6500 millones de personas del planeta a encontrar su pasión y revelar su brillo.
¿Qué me puedes decir de ti? ¿Has encontrado la persona que siempre has querido ser?
El filósofo griego Aristóteles dijo, “En el punto en el que tus talentos y las necesidades del mundo se cruzan, allí se encuentra tu vocación”. A mí me gusta decir, “…allí se encuentra tu misión universal”. Encontrarás tu misión universal en el punto en que tus talentos, habilidades, capacidades y dotes se crucen con un vacío o una necesidad del mundo que te rodea. Piensa en lo que te hace original y especial. ¿Qué es lo que haces mejor que el resto? ¿En qué te dice la gente que eres fantástico? Ahora, detente y escucha a lo que ha estado golpeando a la puerta de tu corazón y que has estado ignorando. Presta atención al descontento de tu espíritu y tu alma. Cualquier problema, asunto o situación que te fastidia o exaspera, es una pista para tu misión universal. Y finalmente, piensa en el punto donde esos dos aspectos se cruzan: ¿cómo puedes usar esas cualidades especiales que son tan excepcionalmente tuyas para resolver el problema más importante para ti?
En este punto, puede ser que te sientas abrumado, pensando que tu misión universal tiene que ser algo profundo, como alimentar a los sin hogar o curar el cáncer. Tu misión universal no es necesariamente llegar a todos; es llegar a alguien. Tal vez tendrás un impacto sobre alguien que luego va a tocar a miles de otras personas. Tal vez serás el diamante que pula a otro diamante y lo haga brillar con más intensidad. Aunque nunca aparezcas en la portada de una revista o escribas un cheque para caridad por un millón de dólares, eres una persona de propósito. El propósito no es alguna cosa grande que haces en algun lugar, es algo grande que haces “aquí adentro”, dentro de ti mismo.
¿Cómo sabes cuando has encontrado tu misión universal? Cobras vida. Resuenas y vibras con un “zumbido” interno. Te sientes atraído, apasionado y deseoso de mejorar el mundo. Gil Bailie, autor de Violence Unveiled: Humanity at the Crossroads, dijo, “¡Lo que el mundo necesita son personas que hayan cobrado vida!” Cuando estás vivo, tu energía positiva es contagiosa. El mundo sabe que estás cumpliendo una misión.
A veces, si no tenemos cuidado, podemos encontrarnos siguiendo la misión universal “incorrecta”. Tal vez oímos sobre la misión de otra persona, pensamos que suena mejor que la nuestra (más noble, más interesante, más emocionante, más gratificante) y decidimos “pedirla prestada”. O tal vez hemos dejado que nos influenciaran las ideas y opiniones de otra persona y hemos creado un propósito diseñado para complacer a esa otra persona. De cualquier modo que sea, estamos viviendo una misión que nunca fue nuestra. Si prestas especial atención, comenzarás a notar que algo en tu vida no se siente bien, no te sientes cómodo o cómoda en tu propia piel. Si te sucede eso, te invito a comprometerte a ser auténtico o auténtica y a crear la vida para la que naciste. Hasta que no reconozcas tu misión universal genuina, tu brillo de diamante no podrá dejarse ver.
El siguiente ejercicio de Valoración personal es un punto de partida en tu búsqueda por descubrir tu misión universal. Ten presente que puede suceder que después de completarlo no veas todavía claramente tu propósito. Está bien… llegará. Te estás embarcando en un viaje de descubrimiento, para desenterrar el brillante diamante que siempre has sido. Continúa leyendo… continúa buscando la genialidad que se encuentra dentro de ti. Las preguntas y ejercicios de la Valoración personal en los capítulos siguientes, las historias de Verdaderos diamantes y las medidas a tomar para Pulir el diamante han sido cuidadosamente diseñados para ayudarte a hacer el trabajo en lo profundo de tu interior. Cuando hayas terminado de leer este libro completo, regresa y vuelve a mirar este ejercicio. Creo que te sentirás inspirado o inspirada por la claridad que habrás adquirido.
Si no lo has logrado todavía, quiero instarte con intensidad que busques un abrillantador, un compañero de tarea que te ayudará a soportar hasta el final y a no sentirte solo o sola en este proceso. Esto te brindará aún más fortaleza, sustento y respaldo en el camino a una vida brillante.
EJERCICIO: Descubre tu misión universal
3. INTERSECCIÓN: TU MISIÓN UNIVERSAL
Descubrir tu misión universal es crucial, pero en realidad, es sólo el primer paso en tu camino a revelar tu brillo. Ya has comenzado formulándote una pregunta muy grande, de búsqueda en tu alma: “¿Por qué estoy aquí?”. Aunque no lo puedas creer, la próxima pregunta es aún más grande: “Ahora que sé por qué estoy aquí, ¿cómo se supone que viviré mi misión todos los días?”
La respuesta: Tienes que tomar la decisión consciente de diseñar tu vida alrededor de tu misión universal. Tu misión mientras que estés aquí en la Tierra es revelar tu brillo a través de tu misión universal. Tu misión debería ser algo concreto. No es un sueño, sino un objetivo firme, imperioso, que dirija tus decisiones, acciones y elecciones de vida. La autora de Frankenstein, Mary Shelley, dijo, “Nada contribuye tanto a tranquilizar la mente como un propósito firme, un punto en el que el alma pueda fijar su ojo intelectual.” Probablemente estés pensando, “Eso es genial, Simon, pero ¿cómo hago exactamente para diseñar mi vida alrededor de mi misión universal?” ¡Buena pregunta! Necesitas preguntar, buscar, golpear:
PREGUNTAR
Todos los días, hazte esta pregunta,: “¿Cómo puedo usar mi misión universal para cambiar mi mundo?” Tan pronto como te formulas esa pregunta, abres tu subconsciente a las posibilidades. Desafortunadamente, mucha gente que descubre su misión universal nunca da ese próximo paso, nunca hace el esfuerzo de planificar su vida alrededor de ella. Como consecuencia, sigue caminando lenta y pesadamente a través de la misma vida rutinaria y mediocre. De muchas formas, estas personas están peor que aquellos que nunca reconocen su propósito, porque ellas saben que tienen mucho que aportar y sin embargo se conforman con menos de lo que podrían ser.
EJERCICIO: ¿Cómo puedo usar mi misión universal para cambiar mi mundo?
BUSCAR
Busca activamente respuestas a cómo puedes usar tu misión universal cada día. Encuentra el camino que debes seguir. Haz alguna investigación si es necesario. Comprende que tal vez debas seguir muchos rastros, algunos de los cuales te llevarán a callejones sin salida. Eso está bien; es parte del proceso. El camino a vivir tu misión universal no siempre es claro y despejado.
Busca la guía de gente que puede ayudarte a vivir tu misión. Algunas personas pasan por tu vida, y otras entran a tu vida. Aquellos que pasan se cruzarán en tu vida en un momento específico o durante un suceso en particular. Permanece abierto o abierta a aquellos que aparecen durante esos intervalos de tiempo. Ya sea que tú o ellos lo sepan o no conscientemente, su único propósito es ayudarte a alcanzar el próximo nivel de cumplimiento de tu misión universal y a revelar tu brillo. Luego están aquellos que entrarán a tu vida y se quedarán por un tiempo. Su propósito es empujarte constantemente a intentar superarte y crecer. Ellos son los abrillantadores que ayudarán a pulir las facetas de tu diamante.
Aprende a identificar en tu vida cada tipo de persona, y aprecia a ambas clases de personas por la función exclusiva que tienen en tu vida. Así como no es tu propósito tocar a todos, lo mismo es verdad a la inversa. No necesitas de todos en tu vida para que te ayuden a completar tu misión universal, sólo a unos pocos. Si todo el mundo ayudara a una persona, la Tierra se llenaría hasta el tope de resplandecientes diamantes.
EJERCICIO: Busca una guía |
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Personas que han pasado por mi vida |
Qué aprendí |
Personas que han entrado en mi vida y han permanecido |
Propósito que cumplen en mi vida |
GOLPEAR
Cuando encuentres un puerta a una oportunidad que crees intuitivamente que es para ti, ¡tienes que golpear! Y si quieres descubrir qué hay del otro lado de esa puerta, tendrás que empujarla para abrirla y atravesarla. Mantente abierto a las posibilidades de tu vida. Cuando aparecen, debes estar listo para aprovecharlas.
Cada día, da un pequeño paso que te acerque a tu propósito. Cree profundamente en tu espíritu que ésta es la razón por la que estás aquí. Toma las decisiones y haz las elecciones que introduzcan en tu vida las cosas que te ayudarán a cumplir tu misión. ¿Sabrás siempre cuál es la elección correcta? No. A veces simplemente tendrás que dejarte llevar por la corriente. Pero con cada decisión y cada paso, aprenderás algo que puedas recordar e implementar en la próxima experiencia. Cada paso que das, acelera tu aprendizaje. Cada paso fomenta tu confianza, tu convicción e ímpetu.
Sigue estos tres pasos, con determinación y conscientemente cada día, todos los días. Si lo haces, te prometo que despertarás un día en unos pocos años a partir de ahora y tu vida se habrá transformado completamente. Estarás viviendo tu misión universal y revelando tu brillo. Cuando preguntas, buscas y golpeas, el universo responde. En tanto preguntes, busques y golpees las puertas, una serie de sucesos sincrónicos comenzarán a desplegarse. Y cuanto más preguntas, buscas y golpeas, más seguro te sientes en cuanto al próximo paso.
¿Parece una exageración? ¡Te reto a que lo hagas y me pruebes que estoy equivocado!
Tal vez ya has descubierto tu misión universal y estás decididamente en camino a vivirla todos los días. Si es así, te invito a hacer dos cosas: Primero, a volver a revisar tu propósito. Tu misión a menudo cambia a medida que tú cambias. ¿Todavía te motiva? ¿Has desarrollado nuevas habilidades, adquirido más conocimiento o experimentado lecciones de vida profundas que podrían aportar mayor comprensión a tu propósito? Muchos años atrás, los diamantes a menudo eran tallados directamente en la mina donde habían sido descubiertos. Los diamantes tallados en la mina son hermosos y valiosos por derecho propio por su singularidad y rareza. Pero es común que los poseedores de estos diamantes tallados a la vieja usanza los hagan tallar nuevamente para incrementar su valor y maximizar su brillo. Si has conocido tu misión universal por un tiempo, sin dudas ya has hecho una contribución valiosa. Y sin embargo, me gustaría que consideraras reevaluar tu misión y volver a tallar el diamante que eres para que brille aún más.
Segundo, además de tu misión universal, ahora tienes otra misión, asignada por mí. Y ella es ayudar a otros a encontrar sus misiones universales. Camina a su lado como un entrenador y amigo e invítalos a mirarse a sí mismos en el espejo de la vida. Guía a otros hasta que lleguen a preguntarse, “¿Quién quiero ser? ¿Cómo quiero dejar mi huella?” Pero ten en cuenta esta advertencia: A veces las personas que han encontrado su misión universal están tan identificadas con ella que, sin advertirlo, tratan de imponer su propia misión sobre el resto de la gente. Libérate de la necesidad de tener razón y deja que los otros sigan su propio camino.
Cuando conoces tu misión universal y diseñas tu vida alrededor de ella, tu brillo se pone se manifiesto al mundo. Te sientes decidido, apasionado y deseoso de ser diferente y cambiar el mundo. Te conviertes en un “infundidor”, alguien que llena a los otros de energía, inspiración y esperanza. Cuando haces aquello para lo que naciste, entras en un ritmo donde todo se conecta. Descubres la Ley del Menor Esfuerzo, momento en el que vivir, ser, hacer y tener se vuelven naturales. Ya no tienes que esforzarte y sientes menos tensión y ansiedad.
Cuando usas tu misión universal para revelar tu brillo, creas un legado y, al mismo tiempo, te conviertes en un modelo de conducta para los niños (los tuyos y los de otros) quienes querrán un día dejar su propio legado. El regalo más grandioso que puedes dejar a la próxima generación es un buen nombre. El libro de los Proverbios dice, “Un buen nombre es más deseable que grandes riquezas”. Cuando cumples con tu misión universal, comienzas a ser conocido como una persona de propósito, como alguien que hace una diferencia en las vidas de los otros.
Recuerda, se te ha dado sólo una cierta cantidad de tiempo aquí en la Tierra para dejar tu huella. ¿Cuál será?
La historia de Mary
Ya desde que era una niña, yo sabía que disfrutaba de “entrenar” a las personas y ayudarlas a divertirse más en la vida. Como miembro de un equipo de natación, amaba trabajar con niños más pequeños y hacer reír a los mayores. Era cabecilla y además porrista. En la universidad descubrí que tenía el don de ser creativa y tenía talento para ver el lado especial de las cosas. También descubrí que me encantaba motivar a la gente, y me acercaba a las “celebridades” de la escuela como Bo Jackson y Charles Barkley, héroes deportivos en Auburn.
Encontrar mi misión universal, sin embargo, no fue simplemente descubrir estos dones y reunirlos Yo sabía que tenía algo para ofrecer en el mundo laboral, pero no sabía cómo o dónde lo pondría en acción. Llegar a comprender mi propósito ha constituido un viaje con muchos recodos y vueltas que me ha llevado por todo el país y a través de numerosas carreras, algunas de ellas maravillosas, otras, no tan placenteras. He trabajado por todos lados desde Capitol Hill a Wall Street, y he experimentado una gran variedad de profesiones, entre ellas; agente de conferencistas famosos, publicista, entrenadora de negocios, entrenadora de empresas, entrenadora en oratoria, periodista, respaldo informativo y personalidad televisiva.
Pero, tal como lo he descubierto, la misión universal de uno se trata de muchísimo más que una carrera. Convertirme en madre me hizo ver de otra manera mi propósito y me hizo posicionarme un paso más cerca de mi misión universal. No fue sino hasta que nuestra familia tocó fondo por los efectos acumulativos de los problemas de salud de mi hijo, una mudanza y una compra de una empresa de negocios, que yo encontré la última pieza del rompecabezas. Cada recurso, cada pizca de energía y cada pensamiento estaban dedicados al mero hecho de sobrevivir. Ésa fue la primera vez que yo había tenido que luchar realmente en la vida. Me di cuenta de que la vida puede golpear fuerte a cualquiera, en cualquier momento, y que la fortaleza que desarrollas luchando por recuperarte te vuelve increíblemente resistente y poderosa. La auténtica compasión que adquirí a partir de esa experiencia, creo que me ha convertido en una entrenadora realmente magistral.
Ahora sé que mi misión universal es nutrir a otros, ayudarlos a crecer y alcanzar la plenitud como personas fuertes, seguras. Trabajo como entrenadora de directivos en grandes corporaciones, guiándolos para hacer cosas realmente valiosas sus organizaciones. También sé que uso mis dones y cumplo mi propósito a través de mis roles de madre y esposa. Finalmente siento que todos mis puntos fuertes se han reunido y que soy la única persona en el mundo que puede hacer lo que hago, en la forma en que lo hago. Mi confianza en mí misma brilla y tengo una sensación de paz interior. Mi “trabajo” no representa ningún esfuerzo y es divertido para mí.
Aunque no todos mis sueños personales se han concretado todavía, ahora puedo ver que tenía que crecer y encontrar mi misión universal. Tenía que vivir los altos y bajos de la vida y obtener una buena educación, capacitación y experiencia para finalmente llegar al lugar en el cual dispongo del talento, habilidades y sabiduría para usar mis dotes para servir al mundo. Fue un proceso, no un logro repentino.
Y aunque no quisiera volver atrás y revivir todo el dolor que he soportado, estoy agradecida por esas experiencias porque son esenciales en mi formación como una mujer que puede vivir su propósito con pasión.
VALORACIÓN PERSONAL
Te invito a responder las siguientes preguntas:
A quí encontrarás tres medidas a tomar para pulir tus facetas y descubrir y llevar a cabo tu misión universal:
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Tu misión universal no es tocar a todos,
es tocar a alguien.