BREVE CRONOLOGÍA HISTÓRICA

Los hechos que cuenta esta novela abarcan aproximadamente diez años. A continuación, se ofrece una breve cronología de los acontecimientos históricos que le hacen de marco.

1810

Junio: el Cabildo de Salta, cabeza de la Intendencia que incluye lo que hoy son las provincias de Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Jujuy y territorio boliviano alrededor de Tarija, se pronuncia a favor del autogobierno que se ha formado en Buenos Aires el 25 de mayo.

1810-1811

Primera Campaña al Alto Perú. El Ejército del Norte que armó Buenos Aires llega a la zona, al mando de Antonio González Balcarce primero y de Juan Martín de Pueyrredón después, con la misión de ingresar al Alto Perú y expandir militarmente el territorio que responde al nuevo gobierno. El fracaso es estrepitoso y después del desastre de Huaqui (20 de junio de 1811) el ejército tiene que retirarse.

1812

En marzo, el general Manuel Belgrano se hace cargo del Ejército del Norte y lo reorganiza, instalando sus fuerzas en Salta y Tucumán, donde recluta gente. Hacia mitad de ese año desocupa el territorio, ante la entrada inminente de los realistas. Primera invasión realista. En septiembre combate con ellos en Tucumán y los vence.

1813

El 20 de febrero el Ejército del Norte, al mando de Belgrano, libera la ciudad de Salta, apoyado por escuadrones gauchos, armados por los señores de la zona.

En mayo Belgrano emprende la Segunda Campaña al Alto Perú. En octubre y noviembre es derrotado en Vilcapugio y Ayohúma.

1814

Durante este año el gobierno de Buenos Aires reestructura las intendencias, la de Salta pierde los territorios correspondientes a las ciudades de Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero.

En enero San Martín toma el mando del Ejército del Norte y se dedica a reorganizarlo. Simultáneamente ocurre la Segunda invasión realista a Salta, llamada “de los cuicos” por la gran cantidad de indios que integran el ejército fiel al gobierno de España. Señores salteños arman batallones gauchos y organizan una resistencia de guerrillas que sitia la ciudad y hace guerra de recursos. En la ciudad, redes de espionaje integradas sobre todo por mujeres y servidumbre facilitan los ataques de estas milicias. El capitán Güemes acaba de volver de Buenos Aires, adonde estaba destinado por Belgrano desde 1812 como castigo por su relación escandalosa con Juana Iguanzo, esposa de un capitán del Ejército del Norte. San Martín encomienda a Güemes el mando de la avanzada guerrillera del río Pasaje, hoy Juramento.

Por sus victorias, su influencia y carisma, Güemes se fortalece como jefe gaucho de toda la resistencia. Por sugerencia de San Martín es nombrado coronel y comandante general de la vanguardia que defiende el norte del avance realista.

En agosto, sin poder avanzar ni sostenerse, el ejército realista desocupa Salta y comienza su repliegue al Alto Perú. Fin de la segunda invasión.

En diciembre San Martín deja el mando del Ejército del Norte para ocupar su cargo de gobernador intendente de Cuyo y organizar el Ejército de los Andes. Lo sucede Rondeau.

1815

En marzo, el Ejército del Norte, al mando de Rondeau, inicia la Tercera Campaña al Alto Perú. Güemes se incorpora a él con gauchos y caballos. El 18 de abril, al día siguiente de la victoria de Puesto del Marqués, en la que participa con sus fuerzas, Güemes pretexta una enfermedad y se retira del ejército con hombres y caballos. En su paso por Jujuy, rumbo a Salta, exige al vecindario que alimente a su gente y toma cerca de 1.000 fusiles, además de reclutar nuevos voluntarios.

En mayo entra a Salta, anuncia que Rondeau será derrotado y que es inevitable una próxima invasión realista. Vitoreado por los gauchos y las clases subalternas (que llenan la plaza y exigen ruidosamente que el Cabildo se reúna), saludado por los ricos comerciantes, que ven en él al único que los puede defender del enemigo, es proclamado gobernador de la intendencia por el Cabildo de Salta. Surge así el primer gobernador elegido por los habitantes de la zona, y también el primero elegido por acción de las “castas inferiores” (indios, mestizos, mulatos). Hasta entonces, los gobernadores eran designados primero por el rey, luego por Buenos Aires. Éste es el primer caso de autodeterminación en las Provincias Unidas.

El 10 de julio Güemes se casa con Carmen Puch, salteña de 18 años. En septiembre, harto de la reticencia del Cabildo de Jujuy, que, a diferencia de los de las otras ciudades de la Intendencia, se niega a reconocer a Güemes como gobernador, el caudillo entra a esa ciudad con gauchos armados y presiona hasta obtener el reconocimiento oficial por parte del Cabildo.

Entre octubre y noviembre, el coronel French es enviado al norte por Buenos Aires con la misión de recuperar las armas que tomó Güemes en Jujuy, y aparentemente también de unirse al Ejército del Norte, para reforzar a Rondeau. Desde Tucumán, donde se detiene con su regimiento armado, French reclama a Güemes las armas. La situación es tensa pero el caudillo no cede. Jurando no tener intención de atacar Salta, French pide paso por el territorio de la intendencia para ir a reunirse con Rondeau en el Alto Perú, Güemes le permite pasar lentamente, en grupos pequeños y vigilados.

El 29 de noviembre, Rondeau es derrotado por los realistas en Sipe Sipe.

1816

En marzo empieza a sesionar el Congreso de Tucumán, adonde Salta ha enviado representantes. Rondeau, ya reunido con French, se repliega en dirección a Salta. El día 13 invade la ciudad, Güemes y sus gauchos la desocupan y le hacen desde afuera una guerrilla de recursos, como la que practican contra los realistas. Obligado por el hambre y la hostilidad de los gauchos, Rondeau firma el 22 la Paz de los Cerrillos, por la que Buenos Aires se compromete desocupar el territorio de la intendencia y renuncia a toda pretensión sobre Güemes.

En la zona norte de la Quebrada de Humahuaca, al sur de Tarija y Yavi, ya sobresale por sus acciones guerrilleras contra los avances realistas un mestizo, hijo bastardo de un aristócrata salteño y una india de Humahuaca: el capitán Manuel Eduardo Arias.

El 9 de julio se declara en Tucumán la independencia de las Provincias Unidas. En julio Belgrano se hace cargo nuevamente del Ejército del Norte, el cual, imposibilitado de pasar por Salta y castigado por múltiples derrotas, se instala en Tucumán en estado vegetativo. Allí gobierna el caudillo Bernabé Aráoz, enemigo de Güemes, con quien Belgrano mantiene excelentes relaciones.

Mientras tanto, Güemes prepara la intendencia para rechazar la próxima invasión realista. El avance español ha comenzado, el enemigo ha abandonado el Alto Perú y penetrado hacia el sur. La resistencia de las milicias de la zona, coordinadas por sus jefes y en forma general por Güemes, lo detienen y lo obligan a retroceder.

En diciembre, el general realista Olañeta vuelve a penetrar en la Quebrada de Humahuaca, como vanguardia de la invasión que ordena el general La Serna.

1817

El 6 de enero Olañeta ocupa Jujuy, hostigado permanentemente por las milicias gauchas, el espionaje de la población patriota que permanece en la ciudad y los combates en los alrededores, cada vez que el enemigo sale a buscar víveres. El comandante Arias participa con gloria en esta resistencia. El 14 de enero Humahuaca —llave de las comunicaciones hacia el Alto Perú y hacia Orán— cae en manos enemigas; es reforzada con cañones y construcciones, transformada en hospital, depósito de arsenales y víveres.

El 12 de febrero San Martín triunfa en Chacabuco y logra instalarse del otro lado de la Cordillera de los Andes.

El 1º de marzo el comandante Arias, al mando de 150 combatientes, libera Humahuaca tomándola por sorpresa, luego de varias semanas de prolijo espionaje. La acción (cuidadosamente narrada por él mismo en un parte a Güemes que llegó a nuestros días) le valdrá su nombramiento de coronel.

El 15 de abril Salta es invadida por los realistas, al mando del general La Serna. Comienza la tercera invasión; esta vez el enemigo tiene numerosos y expertos oficiales españoles que llegaron enviados por Fernando VII para combatir la insurrección de las colonias. Güemes desocupa Salta y la sitia, iniciando la acostumbrada guerra de recursos, valiéndose como siempre del espionaje de mujeres, criadas y criados que permanecen en la ciudad.

El 5 de mayo, fracasados sus intentos de penetrar más al sur por los Valles Calchaquíes e imposibilitado de sostenerse en Salta, el general La Serna desocupa la ciudad. Güemes coordina el hostigamiento al enemigo, que va abandonando lentamente los lugares que ha ocupado, en una dificultosa y sangrienta retirada hacia el Alto Perú. El comandante Arias continúa desempeñando un papel destacado en los enfrentamientos. Entre junio y julio los españoles vuelven a refugiarse en Tupiza. Sin embargo, siguen sus incursiones aisladas y se aguarda una cuarta invasión en cuanto se repongan. Durante los últimos meses del año Arias y otros jefes combaten duramente en la zona de la Quebrada de Humahuaca.

Güemes pide constantemente pertrechos militares al gobierno porteño, a través de Belgrano, y es bastante poco lo que obtiene. Impone contribuciones forzosas a la población. En la segunda mitad de ese año es acuñada en Salta, clandestinamente, una moneda cuyo gramaje es menor que el que figura en su sello. La moneda invade las Provincias Unidas, necesitadas de metálico.

1818

Durante todo el año, los españoles practican incursiones aisladas sobre Jujuy y Tarija y son rechazados.

El 5 de abril San Martín vence en Maipú y Chile queda definitivamente liberado. San Martín comienza los largos preparativos de su incursión por mar a Lima.

En el mismo mes el Cabildo de Jujuy nombra al coronel Arias subdelegado de la Puna.

Presionado por el gobierno central de Buenos Aires, Güemes se ve obligado a sacar la moneda falsa de circulación y resellarla.

Hay conversaciones entre Güemes y Belgrano para organizar una cuarta campaña al Alto Perú que nunca se lleva a cabo. Por iniciativa de San Martín, Güemes es nombrado general de la vanguardia del Ejército del Norte. En Jujuy y en Salta, las familias acomodadas se niegan a seguir financiando la guerra. A mitad de año Güemes desbarata una conspiración de su Cabildo para derrocarlo.

En octubre, siguiendo órdenes de Buenos Aires, Belgrano lleva el Ejército del Norte hacia el sur, para combatir a los caudillos del litoral.

1819

La Serna continúa intentando ofensivas al territorio patriota, siempre acosado por la resistencia popular. Pese al fervor de los gauchos, la clase dominante no quiere seguir sosteniendo el costo de la guerra. Desde mitad de año avanza una conspiración contra Güemes que tiene como objetivo asesinarlo.