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¿En qué punto crees que
se encuentran los demás?

Tan pronto como las niñas crecen lo suficiente como para
entender el lenguaje hablado, les cuentan preciosas historias
de guapos caballeros andantes y de príncipes encantados,
animándolas a creer que Don Perfecto hará su aparición en
cuanto se hagan mayores.


Desde luego, es una excelente forma de pasar el tiempo de la infancia y la juventud pero, señoras, no sean tontas. Para las mujeres creciditas, ése es el mayor enemigo de una madurez plena y sana.

Esto no quiere decir que una mujer no deba tener sus ideales. Los ideales son los que nos salvan de que acabemos con el sapo en vez de con el príncipe. Pero si tu propósito de encontrar a alguien es serio, necesitas olvidarte de ese sinsentido del «hombre perfecto» y pensar de una forma más real en cómo sois.

Una de las grandes técnicas para entender qué es lo que quieres realmente es la de la visualización. Consiste en que te imaginas a ti misma con tu pareja en una determinada situación y después observas qué es lo que ocurre; es una forma de acercarte más a tus deseos reales. Por ejemplo, en tu fantasía, ¿qué es lo que hacéis? Si estáis riendo juntos tumbados en la playa quizás signifique que desees a alguien con el que puedas relajarte, con el que puedas viajar, alguien cuya compañía te proporcione tranquilidad. Si lo que ves es un abrazo febril, quizás quiera decir que el sexo y la atracción son lo primordial para ti. Después, toma un papel en blanco y escribe una «lista de deseos» de las cualidades ideales de tu pareja, señalando un número aproximado de diez. Seguramente te encuentres con que has escrito cosas generales primero como «sentido del humor» pero deberías tratar de ser lo más específica posible.

Una buena idea

Dile a todo el mundo que estás intentando conocer a alguien. Ésta es también una importante técnica de visualización. Mejor que decir que estás desesperada por atrapar al amor de tu vida, explica que te sientes preparada para tener un encuentro con alguien agradable y poder pasar buenos ratos juntos. Así te parecerá más real dentro de tu cabeza y podrás situarlo como una de tus motivaciones principales. También puede ocurrir que tu primo se dé cuenta de repente de que su compañero de trabajo podría ser una cita estupenda para ti, algo que nunca había sucedido antes. Cuanto más explícitos sean tus deseos, mayores oportunidades tendrás de que las cosas cambien…

Después, vuelve a leer la lista. Si has escrito «rico» al lado de «que le encanten los paseos por el campo», ¿consideras que estás siendo realista? (Bueno, no es que sean opuestos completos; sé que podías referirte a que esos paseos eran por su enorme finca rural…). Si lo que buscas es un hombre de negocios dinámico, ¿crees sensato imaginarlo dedicando su tiempo a caminar por el campo contigo todos los fines de semana? Lo más probable es que tenga que trabajar muchas horas para mantener ese éxito que ha conseguido y deberías estar preparada para comprometerte con alguien así. Si no lo haces, lo único que conseguirás será acumular una gran cantidad de resentimiento que soltarías cada vez que estuvierais juntos.

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¿Qué es lo más importante para ti? ¿Preferirías aceptar la seguridad y aprovechar el tiempo que podáis pasar juntos, o lo que desearías realmente son toneladas de atención y menos cenas relámpago? No es que no puedas tener suerte y encontrar las dos cosas al tiempo, pero la reflexión anticipada que realices ahora puede salvarte de que te cruces con el tipo perfecto y lo ignores porque pienses que no encaja en algunas de tus preferencias. Siguiendo con el tema, también es necesario que mires un poco en tu interior. Si estás buscando a alguien con un espíritu libre, ¿estás dispuesta a aceptar que tendrás que compartir o incluso cargar con crecientes responsabilidades dentro de la relación? Si tu idea es un tipo activo, ¿estarías dispuesta a que él dedicara todos sus sábados libres a jugar al fútbol con sus amigotes? Esto no consiste en lograr que alguien cambie, más bien en todo lo contrario: la clave para que seáis felices radica en que seáis compatibles incluso antes de la primera oleada de lujuria, ya que intentar hacer que alguien cambie y se meta en la piel de otra persona en la que no se va a sentir a gusto resultará un desastre tarde o temprano. Esta clave os salvará de muchos corazones rotos.

Otra idea más

La mejor forma de conocer a alguien que encaje con nosotros es mirar en los sitios en que es más probable que éstos se escondan. Para saber más sobre dónde encontrarlos, consulta la IDEA 3, ¿Cómo vas a encontrar a alguien apropiado en este lugar?

También hay algo importante a tener en cuenta: lo que la otra persona desea. Si conoces a alguien que te gusta y no ha sido capaz de quitarse de encima todas sus fantasías de cuento de hadas, debes considerar quitarte de en medio cuanto antes a menos que estés dispuesta a pasar la mayor parte del tiempo vestida con un traje rosa de fiesta y unas zapatillas de cristal. ¿Cómo podrás saberlo? Si él te dice que le encanta que trabajes como consultora de alto nivel pero se queja de que no le planchas las camisas (que es lo que realmente le hace sentirse especial), piensa en ello detenidamente. Si deja caer la sugerencia de que contratéis una asistenta para que haga la colada de ambos, entonces estupendo. Si se muestra desilusionado y cuestiona tu compromiso, debes olvidarlo al instante. Pronto descubrirías que esta petición es sólo la primera de una larga lista titulada «Aros a través de los cuales estás obligada a pasar».

La frase

«Llegamos al amor no porque encontremos a la persona perfecta, sino porque aprendemos a conocer claramente a la persona imperfecta que tenemos delante».

ANÓNIMO


¿Cuál es tu duda?


P He conocido a un chico encantador pero es un poquitín anticuado. Lo pasamos muy bien cuando estamos juntos pero enseguida terminamos discutiendo sobre la política, los derechos de la mujer, sobre quién paga la cuenta… ¿A dónde puede llegar esta relación?

R ¿Crees que si pudieras cambiar esas pequeñas cosas él se convertiría en el hombre perfecto?

P ¡Exacto! ¿Qué debo hacer?

R Y, si él pensara lo mismo sobre ti, ¿lo calificarías como un completo machista ultraconservador? A menos que este tipo de conversaciones sólo sean bromas inofensivas, entonces, poneos de acuerdo en lo que podáis, estableced lo que realmente os separa y seguid adelante.

P ¿Seguro que eso no es muy radical?

R En este momento quizás te lo parezca, pero si él quiere una esposa ama de casa y tú te niegas a dejar tu trabajo, vuestro desacuerdo podría llegar mucho más lejos que en vuestras citas. Como el sabio escritor Antoine de Saint-Exupery dijo: «El amor no consiste en mirarse el uno al otro sino en mirar juntos en la misma dirección».