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¿Cómo vas a encontrar a alguien
apropiado en este lugar?
Estás lista para salir ahí fuera y comenzar a mezclarte con
la gente, pero ¿qué significa exactamente «ahí fuera»?
Lo primero que necesitas es decidir cuál va a ser tu audiencia objetiva y después contar con algunos cómplices bien adiestrados.
Por ejemplo, una amiga destrozada porque recientemente ha sido abandonada por su pareja y que lo único que necesita es una hermana a quien llorarle en el hombro no será una buena compañía porque te rondará gimiendo mientras tú intentas captar la atención de cualquier hombre. Intenta salir al menos con dos amigas, y que preferiblemente pertenezcan también al club de las solteras, para llevar a cabo tu propósito. (Tres son mejor que dos, así, al menos no terminarás sentada sola con otra persona, mirando su copa fijamente para evitar fijar la vista en algunos tipos nada deseables. A menos que sea eso lo que ella desee, claro…).
Aunque los bares no son necesariamente los mejores sitios para encontrar pareja, ofrecen una excelente oportunidad para subirse al columpio (que no para columpiarse, que es completamente diferente). También proporcionan el beneficio indudable de un buen escocés, pero recuerda: el alcohol sirve para calmar un poco los nervios pero también puede afectar a tu estándar de calidad (la visión borrosa, por ejemplo). Y además de empañar tu visión, puede nublarte el juicio así que asegúrate de beber con moderación y de no ponerte en excesivo peligro cuando entres en el juego.
Una buena idea
Cuando te encuentras a una persona por primera vez, debes estar preparada y tener pensado cómo puedes conducir la situación para que paséis al siguiente nivel. ¿Quedar para un partido de tenis, por ejemplo? Pregúntale si le gustaría que quedarais para jugar alguna vez.
Pero en tu caso quizás ya lo has intentado en bares y discotecas y has encontrado una y otra vez a los mismos viejos perdedores. Si es así, la clave está en modificar todas tus conductas establecidas y en intentar algo nuevo. Ofrécete para pasear al perro de un vecino y recorre el parque a la hora en que todo el mundo sale a hacer un poco de deporte. Puede surgir un amigo inesperado de una situación que os ofrezca tanto a ti como a la otra persona una forma sencilla de entablar una conversación. Otras propuestas pueden ser comenzar a tomar clases de algún deporte como el tenis o el golf, en las cuales es probable que te emparejen con alguien o que os dividan en equipos y que haya gente con la que puedas charlar. Si te gusta tu aspecto cuando tienes el pelo mojado, a lo mejor prefieres el surf o el submarinismo. Si esta última es tu opción, puedes compaginar tus clases con las vacaciones y conocer a un montón de gente nueva y de novios potenciales. Sólo tienes que estar segura de que te vas a sentir cómoda practicándolo; si no te sientes a gusto en traje de baño, intentar atraer la atención de alguien mientras practicas esnórquel ¡puede convertirse en una pesadilla! (Quizás sea mejor idea ir a una clase por la tarde con un estupendo polo de colorines). Si eres aficionada al cine, prueba con el cineclub de tu ciudad o busca coloquios sobre cine en las asociaciones de tu barrio. Esto te proporcionará dos beneficios: a) un apoyo b) una razón socialmente aceptable para comenzar a charlar con la persona que esté sentada a tu lado, pero, por favor, espera a que la peli haya acabado… También es buena idea porque puedes ir a este tipo de sitios sola, lo que resulta ideal si no quieres compartir con nadie tu deseo de coquetear o de charlar con gente nueva.
También está la categoría de las «citas de ocasión». Estar preparado para tener una cita significa buscar oportunidades potenciales y estar dispuesto a actuar en el momento en que aparezcan. Si estás en el supermercado al lado de un guapo comprador que sólo tiene alimentos para uno en su cesta, debes estar capacitada para pensar deprisa, hacer una pregunta sobre la diferencia entre las naranjas clementinas y las navelinas o, simplemente, sonreírle de forma coqueta.
Otra idea más
Asegúrate de estar enviando las señales correctas leyendo la IDEA 17, Vestida para el éxito.
Por supuesto, puedes evitar cualquier tipo de confusión (como tener que dar una explicación verdadera sobre las diferencias entre los tipos de naranja) si eliges uno de los métodos más directos que han servido a los solteros durante años. Las formas más populares de tener algo de control sobre tu situación romántica son los anuncios personales por palabras, las citas por Internet, las citas rápidas, los clubes gastronómicos y las agencias matrimoniales. En un mundo en el que se reconoce de forma general que tener oportunidades de comenzar nuevas relaciones se ha ido poniendo cada vez más difícil, todos estos métodos llevan unidos el estigma de «desesperados». De hecho, la romántica más recalcitrante y apasionada que todavía anda esperando que aparezca su príncipe azul enfundado en su armadura blanca puede beneficiarse de unos cuantos truquillos.
Una forma estupenda de hacer más sencilla tu entrada en el mundo de las citas es pedir a los amigos que te organicen un par de citas a ciegas. Éstas proporcionan un elemento de seguridad añadido (al menos el individuo viene recomendado por un amigo o un compañero de trabajo) y te da la oportunidad de tener tiempo para depilarte las piernas y para elegir un buen vestido: dos cosas esenciales para subirte al tren. Y, por si fuera poco, te ofrece la ventaja de que tenéis alguien en común de quien hablar.
La frase
«Para provocar el nacimiento del amor, sólo es necesaria una pequeña brizna de esperanza».
STENDHAL, ESCRITOR FRANCÉS
¿Cuál es tu duda?
P Me encantaría conocer a alguien, pero sólo con pensar en hacer algo tan artificial como pedirle prestado el perro a un amigo me siento incómoda. Quiero encontrar el amor de una forma natural. ¿Estoy siendo poco realista?
R Eso es como decir que quieres sentarte dentro de tu torre de cristal y esperar a que alguien eche la puerta abajo. Sufres el síndrome del «cuento de hadas».
P ¿Pero de verdad existe alguna pareja que se haya conocido así y haya encontrado el amor?
R Por supuesto, pero aquí no se trata de hacer un conjuro mágico y de manipular a alguien contra su voluntad, lo único que estás haciendo es incrementar las oportunidades de que aparezca la persona correcta en el mismo lugar en el que estás tú y al mismo tiempo. La vida es cuestión de números, así que cuántas más oportunidades crees, más posibilidades tendrás. ¡Atrévete!