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Tener suerte y buscar la suerte

¿Tienes amigos que parecen deslizarse suavemente por la
vida, gente de la que todo el mundo dice que ha «nacido con
suerte», mientras que a ti nada parece salirte bien?


Estudios recientes demuestran que hay una gran diferencia entre la «suerte» y la «oportunidad». Y puedes modificar las cosas para que se muevan a tu favor.

La oportunidad es una de esas cosas que te pasan sin que tú hayas intermediado, como una enfermedad hereditaria o encontrar un billete de cincuenta euros en la calle. Pero la suerte es algo que tú puedes generar, organizando tu vida de forma que maximices cada una de las oportunidades que se presenten. Así que olvídate de dejar tu vida romántica en manos del destino y asegúrate de que cuando la buena suerte pase por tu lado estarás preparada para no dejarla escapar.

REAJUSTA TU CABEZA

La primera cosa que debes hacer es modificar la percepción que tienes de ti misma como de «poco afortunada». La mayoría de las personas pueden mejorar sus oportunidades reprogramando sus mentes para pensar que son afortunadas; eso significa que esperas que te pasen cosas buenas, que reconoces las oportunidades en cuanto se te presentan y que dejas de participar en las buenas ocasiones porque crees que es demasiado bueno para que te pase a ti. Puede que el cartero sea tu príncipe azul, pero abrirás la puerta todas las mañanas sin ni siquiera mirarle porque has decidido que el amor no es una cosa que vaya a cruzarse en tu camino.

Una buena idea

La «reestructuración» es una técnica que los terapeutas emplean con frecuencia para ayudar a sus clientes a conseguir una perspectiva más positiva. Colocas una determinada experiencia en otro marco que encaja con los «hechos» de la misma situación concreta igual o incluso mejor y, de ese modo, cambia por completo su significado. Parece un poco complicado, pero no lo es tanto; vamos a verlo con un ejemplo. Si has vivido una mala relación que ha minado tu confianza, en lugar de pensar que nunca te recuperarás, intenta pensar que eres afortunada de haber vivido esa experiencia ya que te permitirá realizar una mejor elección la próxima vez. Quizás te sientas poco natural al principio, pero muy pronto lo normal en ti será ver el lado positivo de las cosas.

Comienza por resistir la tentación de revivir tus preocupaciones y fallos del pasado. Eso puede agriar tu carácter. Las personas con suerte ven las cosas con perspectiva, buscan formas de darle la vuelta a los desastres y saben que se presentarán las oportunidades que necesitan para obtener lo que quieren de la vida. Cuando las cosas se miran de forma positiva, incluso las cosas más pequeñas como encontrar aparcamiento mejorarán tu espíritu: te ayudarán a sentir que tienes el control de la buena suerte. Si te parece muy complicado de hacer, apúntalo en tu calendario o en una libreta y observa con qué rapidez comienzas a ver las cosas de otro modo.

TRANSFÓRMATE EN UNA MARIPOSA SOCIAL

Las investigaciones muestran que las personas afortunadas tienen redes sociales mucho más amplias y son buenas en eso de conocer gente nueva. Así que muéstrate amigable. En las bodas, por ejemplo, sé la primera en preguntar a todo el mundo de tu mesa sus nombres y si son amigos del novio o de la novia; esto no sólo conseguirá que hagas relaciones sino también que todo el mundo te agradezca que hayas roto el hielo. Puedes hacerlo de forma más sencilla si pareces afortunada. Las personas afortunadas son optimistas que esperan la buena suerte, lo cual puede apreciarse por la forma en que se comportan. Si esto no te sale de forma natural, puedes actuar; imitar su lenguaje corporal te conducirá rápidamente hacia el éxito. Así que evita cruzar los brazos, los hombros caídos y la falta de contacto visual que mantiene alejada a la gente. Sé abierta, mira hacia arriba y alrededor: ¿Cómo vas a atraer la suerte en el amor si ni siquiera te atreves a mirar a ese chico tan guapo en el bar?

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Otra idea más

La IDEA 51, Confianza real, te mostrará cómo convencer a tu cabeza de que eres una persona con suerte.

LO SABES, ¡CLARO QUE LO SABES!

Aprender a confiar en tus instintos aumentará tu confianza y te ayudará a creer en tu capacidad de elegir lo que es bueno para ti. Aprenderás a manejarte entre el «conocimiento duro» que son los hechos, y el «conocimiento blando» que es el sentimiento que esos hechos te provocan y así podrás basar tus decisiones en ambos. Si sientes que algo es correcto pero no puedes tomar una decisión, escribe los pros y los contras y comprueba si el resultado encaja con lo que sientes. Probar también te ayudará a construir tu confianza ya que asumir riesgos es esencial para obtener lo que quieres. ¿Todavía encuentras complicado dar el salto? Prueba a leer unas cuantas biografías de estrellas o a ver películas sobre sus vidas y así comprobarás cuántas personas «exitosas» han luchado durante años antes de conseguir lo que querían y también aprenderás que la vida tiene sus subidas y sus bajadas. La única cosa en la que puedes confiar es en que, con suerte, todo cambiará.

La frase

«¿Cómo puedes decir que la suerte y la oportunidad son la misma cosa? La oportunidad es el primer paso que das, la suerte es lo que viene justo después».

AMY TAN, NOVELISTA NORTEAMERICANA


¿Cuál es tu duda?


P Todo esto suena genial pero no puedo evitar pensar constantemente que soy una persona sin suerte. ¿Qué puedo hacer?

R Tienes que cambiar el chip y estar preparada para buscar lo bueno.

P Pero ése es el problema, me siento falsa. ¿Cómo lo hago?

R Por supuesto que al principio te sentirás así, es natural resistirse al cambio. Si sientes que retrocedes y te preocupas por parecer tonta o perdida, créate tu propio mantra de la suerte. Empieza y termina el día repitiendo una frase que te haga sentir positiva como «Las cosas van a salir justo como yo quiero» o «Puedo tener éxito en cualquier cosa que intente». Muy pronto esa frase se filtrará a tu subconsciente y comenzará a formar parte de la forma en que te percibes a ti misma y será una parte natural de tu interacción con los demás.

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