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Reconoce las señales de aviso
A veces cuando vuelves al escenario de las citas después de
una temporada ausente es difícil saber qué está bien y qué
está definitivamente mal.
Está claro que algunas experiencias sobrepasan los límites personales; a ti te puede resultar muy incómodo hablar sobre el pasado, mientras que la otra persona se siente orgullosa de ser tan extrovertida.
Las buenas noticias son que pronto sabrás con lo que te sientes cómoda y con lo que no. Pero, mientras tanto, hay algunas cosas que deben hacerte gritar ¡Taxi! de inmediato. Entre ellas se encuentra la higiene personal y otros signos de respeto básico.
Bueno, una higiene correcta es un tema básico de respeto. Para ti es importante en el momento de la cita, pero también es una pista para medir la autoestima de la otra persona. Si tu cita aparece mal vestido, con un aliento horrible y el pelo sucio, quizás es porque (para su horror) se encontró con que las duchas del gimnasio no funcionaban. Pero, cuidado, también puede significar que la cita no le importa mucho o que se encuentra un poco deprimido, o simplemente que es un tipo vago. Si lo que quieres es trabajar en un proyecto, tienes una vocación frustrada de enfermera o careces por completo de sentido del olfato, desde luego puede que sea tu hombre. Para todas las demás: tomad vuestro abrigo y ¡corred!; él no os merece.
Una buena idea
Si no te gusta el comportamiento de alguien o si te das cuenta enseguida de que esa persona nunca tendrá la oportunidad de una segunda cita, entonces es mejor que acabes con el sufrimiento lo antes posible. La clave está en irte con dignidad; no hay necesidad de herir gratuitamente los sentimientos de nadie. Si habías planeado una cena, puedes acortarla evitando los postres o los entrantes, y si habías quedado para una copa, puedes decir que habías olvidado que tienes que ir a una fiesta de cumpleaños. Hagas lo que hagas no te tortures a ti misma ni a él conservándolo como alguien a quien llamar en caso de emergencia. Las oportunidades son para eso: si no está funcionando para ti, seguramente tampoco sea agradable para él, así que si piensas que puedes arriesgarte, puedes hacer una broma y despedirte de forma amigable. Alternativamente, si se está comportando como un completo y definitivo idiota, haz lo que te apetezca: una buena patada en su ego beneficiará a muchas mujeres.
En la misma línea, hay otra serie de comportamientos fundamentales que te pueden dejar claro que has quedado con un caballero. Una buena señal es cómo ha organizado la cita, si ha escogido un restaurante o un bar adecuados. Aunque es cierto que muchos hombres agradables no toman la iniciativa (y que algunos de los que lo hacen están locos de atar), es un buen signo que se tome la cita en serio. En segundo lugar, ¿ha llegado puntual? Un hombre que te deja sentada en la barra de un bar durante media hora puede ponerte de los nervios; aunque tenga una excelente excusa, debes ser cautelosa. Puede estar intentando minar tu confianza y ponerte nerviosa para así disponer de un poco de ventaja. Que alguien pierda el autobús no significa que sea un sociópata, pero debes hacerte una nota mental por si ese tipo de comportamiento se repite a medida que avanza la relación. Puede resultar excitante en la etapa de «llamará o no llamará», pero muy pronto se convertirá en algo tedioso.
Un viejo tópico, que surge en todas las parejas en algún momento, es si a cualquiera de los dos se le van los ojos. No puede definirse exactamente como educado el hecho de mirar a otras personas, sobre todo si éstas no son tu cita.
Está bien echar una mirada general a la habitación, pero si tienes que arrastrar tu silla una y otra vez para entrar en su campo de visión, escabúllete con cuidado mientras él está mirando a otro sitio. Cinco horas, la duración media de una cita nocturna, es tiempo suficiente para que alguien te mire a los ojos. Y si él piensa que es «excitante», te diré que no lo es en absoluto; esto no se trata de ser un playboy, es más bien un problema de déficit de atención. Es probable que le tire los tejos a tu hermana la primera vez que lo lleves a casa. O incluso a tu abuela. Tampoco es buena señal que hable de otras mujeres. Tienes que estar alerta ante cualquier hombre que termine todas sus frases con un comentario desagradable o demasiado agradable sobre su ex o, más preocupante aún, sobre su madre. Sólo la misoginia recalcitrante es una cualidad peor, sobre todo si te pide a ti que te disculpes por el terrible comportamiento generalizado del género femenino.
Otra idea más
¿Piensas en beber para superar el dolor? Lee la IDEA 22, Mensaje en una botella, para descubrir por qué no es una buena idea.
Una nueva forma de ofensa, producto sin duda de nuestro mundo cambiante y tecnológicamente avanzado, viene en forma de teléfono móvil. Puede que intente impresionarte porque recibe muchas llamadas de amigos o mensajes con bromas graciosas o puede que no sea capaz de actuar sin su constante aprobación. En cualquier caso, está mostrando una tremenda falta de madurez, así que plantéate decirle que te llame cuando haya crecido un poco.
La frase
«Detrás de cada idiota, hay una gran mujer».
JOHN LENNON
¿Cuál es tu duda?
P Quedé con un hombre que me gustaba mucho pero mencionó el mucho dinero que ganaba casi al principio de la cita, lo que me pareció un tremendo error. ¿Debo olvidarme de él?
R Decirte el dinero que gana puede ser un signo de que le gustas y de que estaba un poco nervioso. ¿Cómo fue el resto de la cita?
P Genial. Es muy divertido y me pareció bastante sensible. ¿Qué opinas?
R Confía en tu instinto. Si es perfecto en todo, puedes pensar que ¡a lo mejor es un androide! Si no estás segura, concierta una segunda cita, ¿qué tiene de malo? Las señales de aviso deben hacerte más prudente, pero no más radical. Otra buena regla es que si no lo tienes suficientemente claro, quizás es porque todavía no dispones de todos los datos que necesitas.