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Mensaje en una botella

El alcohol, ese gran liberador de almas, tranquilizador de
los nervios y amigo en los buenos tiempos. Si sólo fuera
eso…


Y es que, aunque hay que reconocerle sus virtudes, también puede ser el causante de muchos problemas.

El alcohol afecta a la parte del cerebro que controla la inhibición, por lo que no es de extrañar que en alguna ocasión hayamos acabado, el día de fin de año, subidos en una mesa vestidos sólo con un mal disfraz de enfermera y unas botas de agua (mi caso, por ejemplo). Así que, aunque el alcohol te permita decir una frase completa sin tartamudear cuando estés en una cita, también puede hacer que esa frase sea una lista de todos los hombres odiosos con los que has tenido relaciones íntimas alguna vez. En el momento puede parecer gracioso, pero al día siguiente cuando el vodka esté dejando de hacer sus efectos y comiences a despertarte seguro que no lo es tanto. Y recuerda: un 55% de la comunicación es un acto no verbal, así que piensa en todas las finuras que habrás desplegado durante todo ese tiempo.

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Una buena idea

Si te encuentras insegura respecto a una cita potencial, sugiere alguna actividad que no se realice por la noche y observa cómo te desenvuelves. Una visita a una galería de arte o un paseo por el parque te permitirá interactuar con todo el glamour que una cita vespertina puede permitir; quizás seas capaz de flirtear en la oscuridad de un bar pero seas incapaz de mantener una conversación a la luz del día. Si eso es así, entonces tendréis la oportunidad de conoceros más por la tarde (y te asegurarás de que él te gusta también a la luz del día).

¿DÓNDE ESTOY?

Es mucho más fácil olvidar que estás en una cita que en una salida con tus amigas; mientras que con tus amigas no piensas en nada más que en despachar un par de botellas y en bailar toda la noche, con un hombre nuevo no sucede lo mismo. Recuerda: necesitas pensar y charlar y prestar atención a esa persona; no le conoces a él ni sabes cuáles son sus intereses, así que arrastrarlo hasta el bar para tomar un chupito de tequila puede ser divertido para ti, pero un tanto desconcertante para él.

Probablemente no hay ni una sola mujer sobre la faz de la tierra que no se haya despertado en la cama con la cabeza confusa acompañada de alguien que no hubiera elegido ni en sueños de haber estado serena. Aunque no tiene por qué ser el fin del mundo, no suele ser muy bueno para tu autoestima, así que es mejor cortar por lo sano con el tipo, que tener que pasar la vergüenza al día siguiente, con manchas de rímel bajo los ojos y tu ego metido en el bolso. Cuando empieces a sentir que se te está yendo la cabeza, llama enseguida a un taxi. Si os gustáis el uno al otro, seguro que surge otra oportunidad de estar juntos; si no es así, te sentirás feliz cuando al día siguiente despiertes sola en tu cama. Y en el caso de que sólo fuera un poco de sexo sin compromiso, ¿no es mejor ser capaz de recordarlo?

NO ES TAN DIFÍCIL, VALIENTE

Hay una serie de trucos para asegurarte de que no bebes demasiado durante tu cita. En primer lugar, pide agua además de vino para la cena y alterna los sorbos entre las dos bebidas. En segundo lugar, si habéis quedado para tomar copas, resístete a la urgencia de beber un martini y pide algo más suave; una bebida más fuerte, mezclada con zumo de frutas o soda puede aplacar a cualquiera pero también puede sacarte esa irrefrenable tendencia a cantar las canciones de Julio Iglesias a voz en grito. Si has acudido a unas citas rápidas o estás en una fiesta, intenta no llegar demasiado pronto o comenzarás a beber enseguida para calmar los nervios.

Otra idea más

En la IDEA 23, Citas seguras, podrás informarte sobre cómo mantenerte segura en las citas.

¿OTRA COPA QUERIDA?

La seguridad es un factor que no puedes ignorar. En primer lugar, cuanto más bebas, más riesgos asumirás. Además, si te da la impresión de que tu cita quiere llenarte el vaso de forma continuada, eso debe disparar todas tus alarmas. Desde luego, puede que sólo esté intentando hacer que la reunión sea más agradable, pero la frase «¿Estás intentando emborracharme?» es un cliché por alguna razón. Asegúrate de que, a pesar de sus esfuerzos, te mantienes en tu sitio. También puede ser que no esté intentando llevarte a la cama, sino que simplemente sea alcohólico. En cualquier caso, debes plantearte enseguida si merece la pena una segunda cita con ese individuo.

La frase

«Una de las razones por las que no bebo es que cuando estoy pasándomelo bien quiero enterarme».

NANCY ASTOR, POLÍTICA Y MIEMBRO DEL PARLAMENTO BRITÁNICO

 


¿Cuál es tu duda?


P ¿No parece el hecho de no beber una adaptación al tópico de que las mujeres deben ser dulces y comportarse de forma adecuada? A mí me encanta salir de fiesta y creo que me sentiría mejor siendo yo misma.

R Pero, seguro que no acudes achispada a una entrevista de trabajo o a un funeral, ¿no?

P Buff, haces que ir a una cita suene como ir a un funeral. Es eso, ¿no?

R Puede ser, si lo tomas en el buen sentido. Después de todo, si el hombre con el que has quedado para cenar aparece vestido con un chándal y mascando chicle sentirías que te está faltando al respeto, ¿no?, y que se comporta de manera realmente inapropiada. Y no te estoy diciendo que no bebas en absoluto: sólo que te controles un poco en los primeros encuentros.

P Entonces, ¿cuándo puedo soltarme el pelo?

R Deja tus noches locas para tus amigos y no salgas de esa forma con tu cita hasta que os conozcáis mejor; si lo haces de otra forma, estarás forzándole a que haga lo que a ti te gusta antes incluso de saber si va con él o no.

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