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El teléfono deja de sonar…
Entonces vuelve a sonar, y luego para otra vez. Y como no
tenemos el poder de adivinar el futuro, simplemente jugamos
a «espera y verás».
Las personas se unen por todo tipo de razones: compañía, atención, diversión y sexo son sólo algunas de ellas…
A veces sale bien y a veces no; no hay necesidad de estresarse. A menos, por supuesto, que te estén usando descaradamente. Es triste pero cierto: una gran parte de la población masculina está ahí esperando sólo para sorberte hasta que te seques… y no en el buen sentido precisamente.
Así que, ¿cómo saber si alguien se está aprovechando de ti? Normalmente puedes sentir cómo alguno de tus «recursos» se resiente: tu energía, tu dinero, tus relaciones con otros, tu confianza en ti misma; básicamente, la sustancia que utilizas para renovarte y sostenerte se ha convertido de repente en sus reservas. Lee atentamente esta lista de vampiros para saber si alguno está llamando a tu puerta. ¡Que se disparen las alarmas!
EL PEDIGÜEÑO
Oh, seguro que lo conoces, su crédito se ha agotado, su tarjeta ha muerto, su lavadora está rota… Suele quedarse en tu casa, pedirte tu coche prestado, hacer una colada con tu detergente. Le encantaría llevarte a cenar fuera pero no puede permitírselo, porque las cosas no andan muy bien ahora en su trabajo y está preocupado por no poder afrontar la cuota mínima de la asombrosa deuda de su tarjeta de crédito… Antes de conocerlo bien, te inquietas por el estado de sus finanzas y le ofreces un trabajo extra (que no puede aceptar debido a su asma). Una de las peores cosas en él es que siempre tiene poco dinero, pero lo más insidioso de vérselas con un Pedigüeño es que nunca va de frente. Si lo pones en la calle, sacará de nuevo su carita de niño abandonado y encontrará a una nueva enfermera antes de que tu puerta se cierre con lo que tú te sentirás como una tonta. Lo que parece que te ayudaba en un principio, enseguida se convierte en una carga, así que échalo de inmediato y si todavía necesitas cuidar de alguien piensa en tener un bebé o en comprar un perro.
Una buena idea
¿No estás segura de que tu hombre encaje en una de estas categorías o en otra similar? ¿Piensas que te estás comportando como una tonta pero no puedes decidir? Cambia los roles e imagínate pidiéndole a él los mismos favores o dándole las mismas excusas. Si nunca los pedirías, tampoco debes darlos.
EL PROFUNDO
Oh, ¡qué bonito era ser adolescente! ¿Recuerdas lo dramático y excitante que era todo? Sentados a altas horas de la madrugada pensando y discutiendo sobre las injusticias del mundo, acompañados por una botella de vino tinto barato? Por supuesto, cuando tu única responsabilidad consiste en aprobar un examen de matemáticas o en realizar un trabajo de literatura, sentarse a hablar de la vida no supone un problema. Sin embargo, cuando te conviertes en adulto, un hombre que parece profundo y comprometido puede transformarse en una auténtica pesadilla cuando llegas a casa después de un día de duro trabajo. Si de repente te das cuenta de que eres el vaso que ese hombre ha elegido para derramar sus lamentos interminables, dale el número de un psicólogo y sal corriendo. Ese hombre es un descontento y si no puede tomar las riendas de su propia felicidad, nunca podrá cargar con la responsabilidad de tomar parte en la tuya. Si te resulta difícil decirle adiós, no te preocupes: déjalo con la palabra en la boca; tardará un par de horas en darse cuenta de que has abandonado la habitación.
EL TREPA
¿Qué es eso de que te hubiera gustado que te regalara algo por tu cumpleaños? ¿Estás loca? ¿Es que no te das cuenta de lo liado que está en el trabajo? ¿Lo estresado que está, lo importante que es? Si no estuvieras todo el tiempo pensando en ti misma, podrías ver que tiene que pasar cuatro noches a la semana entreteniendo a sus clientes/amigos/contactos si quiere acercarse/mejorar sus oportunidades de llegar a ser presidente de los Estados Unidos. Una relación con un hombre como éste suele terminar en el momento en que él «rebaja» el nivel y se va con otra mujer que realmente esté ilusionada con su meta, una vez la consiga, claro. Él simplemente te deja estar a su lado mientras se concentra en dominar el mundo. Suelta amarras lo antes posible.
Otra idea más
Lee la IDEA 27, Los nuevos chicos malos, para saber más sobre qué hombres deberías evitar como si fueran una plaga divina.
EL «MENSAJEADOR»
Has tenido una cita. Ha sido estupendo y te sientes sexy, inteligente, divertida y valorada. Habéis dormido o no juntos. De cualquier forma, esperas saber de él pronto. En cualquier momento. ¿Se ha estropeado el teléfono? Estás segura de que él lo paso muy bien también, de hecho, fue eso lo que dijo… Pero, cuando estás a punto de explotar, te escribe un mensaje y te dice algo sobre que ha estado muy ocupado fuera de la ciudad en un viaje de trabajo/cuidando a su hámster enfermo. Te sientes revivir y el flirteo telefónico comienza de nuevo: no puede verte en este momento pero le encantaría que quedarais pronto. Después, otra vez el silencio. Sólo te hace compañía el sonido del viento en la ventana de tu dormitorio. De repente, una llamada llena de buenos deseos y alegría. ¿Te vas enterando? Este hombre no está interesado en ti; está utilizando estos pequeños toques de contacto para inflar su débil ego porque sabe que todavía puede captar tu atención si quiere. Bloquea su número de teléfono y niégate a seguirle el juego; está utilizándote. Si no juegas, no puedes perder.
La frase
«Para construir el futuro, no hay nada mejor que un sueño. La utopía de hoy, mañana será carne y sangre».
VICTOR HUGO, LOS MISERABLES
¿Cuál es tu duda?
P Oh. Creo que estoy saliendo con un mensajeador. Pero él es el único interés amoroso en mi vida ahora mismo. ¿Qué hago?
R Él es el interés amoroso de su vida. Eres básicamente el equivalente espiritual del sexo oral mientras él encuentra a alguien con la que se pueda comprometer lo suficiente como para tener una cita de verdad con ella.
P ¿Por qué mantiene el contacto entonces?
R Está bebido, es viernes por la noche, está aburrido, solitario, no hay nada en la tele… ¿Lo entiendes? Déjalo, chica, ¡puedes encontrar algo mejor!