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Recupera tu vida

¿Demasiado ocupada para buscar el amor? Es una queja
muy común. Pero es que es muy fácil dejar que el trabajo se
convierta en algo desproporcionadamente importante.


¿Tienes un problema? Aquí encontrarás algo de ayuda.

El trabajo nos proporciona una satisfacción inmediata, pero es también una necesidad financiera. A menos que vayas a quedarte en casa de tus padres, utilizando sólo vestidos hechos a mano con tela de viejas cortinas, hasta que el cartero te entregue a tu futuro marido, debes aprender a ganarte tu propio pan. E incluso entonces la realidad es que la mayoría de los hogares necesitan dos fuentes de ingresos para mantener un estándar de vida decente.

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En primer lugar, debes saber cuántas cosas tienes que cambiar. También debes averiguar qué es lo que te está apretando las tuercas: ¿tienes un jefe exigente que consigue que te sientas culpable sólo por levantarte de tu silla para ir al baño y que está decidido a comprarse una casa más grande con las comisiones que le proporciona tu trabajo? ¿O es que siempre te ofreces voluntaria cuando piden ayuda con algún tema?

CUANDO EL GRAN JEFE ES UN OGRO

Si tu caso coincide con la primera de las opciones, lo que necesitas es establecer algunos límites. Antes de que entornes los ojos y dejes de leer, pensando que no tienes otra opción, tienes que dejar de ser tan derrotista. Las personas se comportan así contigo porque tú misma lo permites. Así que recupera el poder. Aprende a decir «no» y «quizás».

Una buena idea

También puedes usar tu agenda de trabajo para identificar qué parte de tus tareas te gusta en realidad, y plantearte si puedes hacer más de lo que te gusta y menos del resto. ¿Por qué no? Es más sencillo cambiar varias cosas a la vez que una por una.

Si tu jefe siempre te está pidiendo que hagas trabajo extra, contéstale diciendo que probablemente no puedas aceptar toda la carga de trabajo y preguntándole qué piensa él, como director, que podéis hacer al respecto. Incluso puedes sugerir que contratéis la ayuda de algunos colaboradores externos, aunque necesitarás armarte de valor para realizar una sugerencia de este tipo. Cuando digas «no», hazlo con una sonrisa y mantente firme. No lo hagas con el ceño fruncido, mascando tu enfado de mala manera, o te encontrarás en una situación de confrontación que no deseas. Pero, con más frecuencia de la que imaginas, en situaciones como ésta los jefes simplemente asienten y contratan a alguien más.

En cuanto al «quizás»: en ocasiones te convendrá aceptar algo de trabajo extra si es que ello te ayuda a desarrollar tus habilidades o tu gestión del tiempo, pero recuerda que debes negociar. Si la tarea encomendada te exige trabajar hasta tarde o los fines de semana, asegúrate de dejar claro que lo haces como un favor y que, a cambio, quieres salir una hora antes el viernes siguiente. Tienes que dejar de sentir que estás en deuda con ellos.

CUANDO EL OGRO ERES TÚ

Sorprendentemente, y no importa cuánto te quejes, tú misma puedes ser la culpable de quedarte siempre en el trabajo hasta tarde. Quizás estás evitando el hecho de volver a una casa vacía o te has autoconvencido de que la oficina no puede funcionar sin ti. O quizás trabajas hasta tarde para ocupar el tiempo libre que te queda desde que sales hasta que quedas con tus amigos.

Otra idea más

Mira la IDEA 41, Conviértete en la más popular, para encontrar formas de emplear tu tiempo libre de manera efectiva.

¿QUÉ ES EL TRABAJO?

Hay investigaciones que demuestran que los trabajadores pueden llegar a perder hasta cuatro horas de su trabajo diario mandando correos electrónicos personales, organizando sus citas y colgados del teléfono. Descubre cuál es tu productividad real, no la que tú piensas que puede ser, llevando una agenda de desintoxicación (como un diario de comidas). Cada vez que te levantes de tu mesa, anota el tiempo que empleas y el tipo de actividad; e incluye todo el tiempo que le dediques a actividades personales. Una vez que lo hayas hecho durante una semana, comprueba en qué puedes ahorrar tiempo y descubre tus manías. ¿Tomas todos los días un café al mediodía? La mayoría de la gente sufre un descenso de energía a esa hora, el cual puede aumentar si se ingieren carbohidratos porque éstos inducen al sueño. Organiza las tareas que tienes que completar. Quizás ese informe te resulte mucho más fácil de escribir si lo intentas hacer durante la mañana, cuando te sientes más vital, y sea mejor dejar las fotocopias que tienes que hacer para después de comer.

Elige la hora de comer de un día de la semana para hacer todo el trabajo de mantenimiento personal como pagar facturas o comprobar tu estado de cuentas. Si te resulta muy difícil estructurar tu trabajo, pon la alarma de tu reloj cada hora, momento en el cual deberás empezar una tarea nueva.

Si sueles quedar con los amigos después del trabajo, investiga qué puedes hacer desde que sales del trabajo hasta ese momento, como ir al gimnasio o asistir a alguna clase vespertina.

La frase

«No quiero alcanzar la inmortalidad a través del trabajo. Quiero lograrla sin morirme».

WOODY ALLEN


¿Cuál es tu duda?


P Buena idea, pero mi jefe es una persona irracional que no tiene vida privada y que tampoco desea que la tengamos nosotros. ¿Cómo salgo de ésta?

R De acuerdo, puedes hacerlo. Si puedes demostrar que has terminado tu trabajo, tienes permitido irte legalmente. Comienza a salir a tu hora y oblígate a decir adiós de forma que no parezca, ni tú sientas, que estás escabulléndote.

P Pero, ¿qué pasa si me despide?

R Hay mucha legislación que te respalda para que eso no te pase, pero si estás realmente preocupada, lleva un diario de las horas que trabajas y de las tareas que terminas. ¿De verdad quieres seguir año tras año trabajando de esa horrible forma? Exacto: lucha por tus derechos y recupera tu vida.

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