Cómo encontrar a tu príncipe azul y no morir en el intento

¿Hay algo más espantoso que alguien que hace que
te sientas incómoda y que te odies a ti misma a causa de los
celos que siente?

Lo malo es que los celos pueden acabar con una relación con la rapidez de una plaga bíblica.

En primer lugar, debes averiguar qué tipo de celos son y de dónde vienen. Si no lo haces, puedes estropear una relación incipiente por razones completamente equivocadas. Lo peor que puedes hacer es señalar con el dedo a la otra persona y culparla por lo que sientes (a menos, por supuesto, que estés intentando que se vaya), así que repite conmigo: estoy loca. Podrás empezar a controlar la situación cuando seas capaz de reconocer que preguntar a una persona perfectamente razonable sobre sus movimientos, ropas, llamadas de teléfono e incluso unas palabras intercambiadas con una camarera es un comportamiento propio de una persona que no está muy en sus cabales.

Una buena idea

¿Está él echando leña al fuego? Algunas veces puede que tu intuición funcione y tu pareja haga serios intentos por alimentar su ego echando por tierra el tuyo al mismo tiempo. Algunas relaciones florecen con este comportamiento, otras se marchitan. Si es un problema real, afróntalo lo antes posible y si él no puede modificar su comportamiento, o tú no consigues considerarlo como una forma inocua de aumentar su autoestima, quizás necesites acabar con la relación, o te volverás loca.

Esta sensación comienza al principio como un presentimiento de que conoces una verdad oculta, cuando en realidad es más probable que provenga de la inseguridad, el enfado (contigo misma) y la aversión que sientes hacia ti misma por ser incapaz de controlar tus ataques de celos. Una baja autoestima, los sentimientos de inseguridad, el miedo a la vulnerabilidad o al abandono pueden ser los motivos de tu reacción. Las cicatrices de relaciones anteriores pueden haberte dejado tan convencida de que la gente miente que acabes siendo tú la que provoques el fin de tu relación.

¿Cómo afecta esto a tu pareja? A veces las personas se enfadan cuando se les cuestiona, lo que una persona celosa puede interpretar como un signo de culpabilidad. También pueden sentirse heridas porque le des a entender que no son capaces de defenderse de los ataques románticos de otras personas (después de todo, se las arregló para conocerte a ti en el autobús, así que ¿por qué deberías pensar que ha perdido todas sus habilidades interpersonales desde que apareciste?). La otra persona puede comenzar a mostrarse fría porque se siente atacada y así comienza el ciclo de enfado y frustración. Deberías intentar realmente dejar de interpretar sus acciones y recordarte a ti misma que tiene su propia forma de enfrentarse a las cosas: sólo porque sonría y diga un educado «no, gracias» cuando se le intente acercar otra mujer, cuando tú preferirías que la ignorara, no significa que esté equivocado. El hecho es que si te sientes celosa, aunque le dieran un golpe de kárate a cualquiera que intentara un coqueteo, continuarías sintiendo lo mismo.

Otra idea más

Lee la IDEA 44, Sé sensual, para saber cómo conseguir una vida deseable que te dé confianza y te ayude a enfrentar estos desagradables sentimientos.

Lo primero que debes hacer es disculparte sinceramente. Si te las arreglas para completar el paso inicial, que es no nombrar en primer lugar el tema de los celos, puedes descubrir que puedes controlarte y comportarte de manera más fría; esto es sólo otra forma de castigar a la otra persona. Clava el aguijón diciendo: «Mira, perdona, he tenido unos celos completamente ridículos y me he sentido un poco rara». Eso dará a la otra persona la oportunidad de hablar sobre tus miedos sin que te sientas atacada.

Después, debes ser lo suficientemente fuerte como para ver los celos como una parte más de una relación joven; si tienes ciertos sentimientos hacia alguien, es bastante normal que te sientas posesiva y curiosa y que tengas una cierta sensación de posesión. También es más probable que te sientas más vulnerable a medida que te acerques más a alguien. Pero todavía tendrás ojos en la cara, con lo que te sorprenderás mirando a algún tipo atractivo por la calle, así como ellos te mirarán a ti. A menos que quieras vivir en una oscura caja de madera en medio del bosque, sólo vosotros dos, deberías intentar verlo de forma sana. Si lo demonizas sólo conseguirás que los dos os asustéis cada vez que tú o él salgáis a hablar con un repartidor/repartidora.

La frase

«En los celos descubres lo gracioso que piensas que tiene tu pareja».

ERICA JONG, NOVELISTA NORTEAMERICANA, MIEDO A VOLAR

Por último, necesitas preguntarte a ti misma cuál es el momento en que pierdes el control sobre este tema. Estos sentimientos son siempre tuyos, así que puede ser una buena idea distraerse con actividades que no tengan nada que ver con la otra persona ni con la relación.

P Las cosas comenzaron estupendamente entre nosotros, pero ahora me siento muy celosa de mi novio con el que llevo cuatro meses. Me siento tan mal con la forma en que me estoy comportando que estoy pensando en dejarlo. ¿Puedes ayudarme?

P Pasa mucho tiempo en el trabajo con su compañera, una rubia muy atractiva. Pero yo normalmente no soy tan extraña ni tan insegura. ¿Qué me pasa?

R Quizás estés experimentando un sentimiento equivocado de posesión. ¿Pasastéis cada hora que teníais libre juntos durante los primeros tres meses?

R Posiblemente. Quizás te sientes descuidada y ella es una buena opción para descargar tus sentimientos; es más fácil culparla a ella que aceptar que las cosas han cambiado. Ahora que habéis vuelto a la realidad, él está prestando atención a otras prioridades de su vida, como el trabajo, lo cual puede hacerte pensar que la burbuja del amor se ha explotado. Habla con él sobre el tiempo que necesitas pasar con él; quizás sólo necesitáis pasar algo de tiempo juntos para volver a sentiros especiales.