Tábanos Fieros

¡Venid, tábanos fieros,

Venid, chacales,

Y muevan trompa y diente

Y en horda ataquen,

Y cual tigre a bisonte

Sítienme y salten!

¡Por aquí, verde envidia!

Tú, bella carne,

En los dos labios muérdeme:

Sécame; ¡mánchame!

Por acá, los vendados

Celos voraces!

¡Y tú, moneda de oro,

Por todas partes!

¡De virtud mercaderes,

Mercadeadme!

Mató el Gozo a la Honra:

Venga a mí, ¡y mate!

Cada cual con sus armas

Surja y batalle:

El placer, con su copa;

Con sus amables

Manos, en mirra untadas,

La virgen ágil;

Con su espada de plata,