Por: Ismael Cala
Siempre he puesto en valor dos expresiones populares que resumen una gran sabiduría. La primera, aprender a desconfiar de quienes nunca sonríen. Y la segunda, escuchar con atención a quienes hablan del éxito sin ocultar sus aparentes fracasos.
En el caso de mi amigo Piter Albeiro, el talento ha permitido que se manifiesten juntos el sentido del humor permanente y la entereza de admitir el valor de los fracasos en el camino hacia el éxito.
De niño, Piter imaginó que quizás sería bombero o médico, pues tenía claro que trabajaría fuera de una oficina, en la calle, en contacto directo con la gente. Aunque entonces no estaba bien visto ganarse la vida contando chistes, en el caso de Piter se hizo la luz. Alejado de la vulgaridad, con un humor basado en cuestiones cotidianas y enfocado en hacer feliz a la gente, el autor de El sueño del millón de dólares es un optimista empedernido; yo puedo dar fe de ello.
Como él mismo admite, se enfrentó a tantos obstáculos que terminó perdiéndole el miedo al fracaso. Es lo que suelen hacer las grandes mentes. Los aparentes fracasos son en realidad ensayos que forman parte de la gestión de la felicidad.
Piter Albeiro es un gran ejemplo de creador que combina el entretenimiento con el crecimiento. Dondequiera que se presenta, sus seguidores son incitados a reír y reflexionar, casi por igual, demostrando que no existen barreras si la creatividad abunda.
El sueño del millón de dólares nos cuenta una historia de esfuerzos bien recompensados. Cualquiera que aspire a mejorar su trabajo y sus ingresos personales tiene en este libro un gran aliado.
Piter ha sido un gran vendedor en todas las etapas de su carrera. Vender es un arte que no solo aplica para productos comerciales, sino también para las ideas. Cualquier proyecto profesional o personal requiere un amplio conocimiento del contexto y claridad en los objetivos. Si están dispuestos a escucharlo con atención, Piter les mostrará sus claves.
Enseñar a administrar bien el dinero y el tiempo es otra de las promesas de este libro. Con Piter, nos divertimos mientras aprendemos. Ojalá la vida le siga sonriendo, para que esas risas y enseñanzas continúen llegando también a nosotros.