Mis historias no están en orden cronológico, las cuento como me voy acordando. Esta empieza en Bogotá; aunque vivía en Bucaramanga, viajaba seguido a la capital, a veces para grabar el programa Sábados Felices .
Tenía una cita en el Centro Comercial Gran Estación con Edgardo, el gerente de un supermercado, con quien planeábamos una maratón de chistes. En la puerta del vivero estaban instalando una publicidad y el muchacho que lo hacía me pidió una foto
. Le pregunté qué estaba haciendo y me dijo que estaba instalando unas vallas que tenían un mecanismo y rotaban la publicidad, lo que quería decir que cada valla podía tener seis anunciantes diferentes
. Yo: “Ah, ok
”. Ya se imaginarán lo que pensé cinco segundos después, jajajajaja: “Acá está el negocio, papá”
. El joven me dijo que ellos las fabricaban en el barrio 7 de Agosto y me dio el teléfono. Sé lo que están pensando: “Ah, pues lo mismo que las pantallas led”
. Obvio, pero en esa época no se usaba eso y para mí esas vallas eran SÚPER NOVEDOSAS
.
Terminó la reunión y yo arrancaba para Bucaramanga . Tenía siete horas de carretera para pensar (sí, siete horas, manejo despacio y con cuidado, jajaja) y desde que salí del vivero miraba todas las vallas de la ciudad
, no podía dejar de pensar en eso. La ventaja es que como trabajaba en la emisora, tenía muchos candidatos para anunciantes de las vallas, pero necesitaba ayuda. Nunca jamás de los jamases de jamáslandia había tenido un socio, JAMÁS, yo soy muy terco y me gusta hacer las cosas a mi manera. Pero esta vez era diferente, necesitaba un socio estratégico
, con quien, más que socios, fuéramos un equipo
. Entonces llamé a Iván Gómez, uno de los mejores vendedores de la emisora. Teníamos mucho en común: jóvenes, apuestos, con dinero, jajajajajaja, mentiras, lo que teníamos en común era que nos gustaba trabajar todo el tiempo. Yo me dije a mí mismo: “Mí mismo, si usted tiene quién venda la publicidad de las vallas, usted se dedica a buscar los lugares para ubicarlas y ya”. Así que lo llamé y le dije: “Iván, le tengo el negocio de SU VIDA”, así, con esas palabras, lo recuerdo clarito
. “Llego a Bucaramanga y lo busco”. Me dijo: “Lo espero en mi casa”.
Durante el viaje yo iba planeando todo y sin darme oportunidad a una segunda opción, dije: “La empresa se va a llamar VISUAL PUBLICITY y el eslogan va a ser ‘Porque todo entra por los ojos’”. Visual porque significa lo mismo en español que en inglés, se pronuncia fácil y tiene buena recordación. Y lo de Publicity es el toque gringo que le daba algo de interés
. Yo siempre pienso en grande y de una vez le pongo nombres a las empresas para que tengan futuro. Hay gente que escoge unos nombres terribles
. El nombre es importante, imagínese empezar a exportar y que en la bolsa de Nueva York aparezca la empresa de uno y se llame Variedades El Gordo, no, eso no pega.
Ya tenía el nombre, el eslogan, un socio, llamé a algunos amigos a pedirles cita para venderles publicidad y todos me dijeron que sí. Así que ya tenía casi todo, solo me faltaba un pequeño detalle, ¿saben cuál es? Sí, exacto, ¡las vallas! . Tenía todo y no teníamos las vallas. Cuando le mostré a Iván lo que traía quedó maravillado, dijo que eso estaba súper fácil de vender. Ya teníamos logo que era en forma de ojo, haciendo énfasis en que era una publicidad visual
. Cada valla costaba diez millones de pesos, pero se ponía publicidad de seis empresas diferentes al mes y cada una pagaba quinientos mil pesos por mes, que era súper barato, es decir una valla de diez millones nos dejaba ganancias de tres millones mensuales. De ahí se pagaba algo de renta por el espacio y ya. Luego pensábamos que en unos meses la publicidad iba a subir al doble y luego llegó a venderse tres veces porque todos querían estar ahí
.
Al día siguiente salimos con una propuesta que Iván hizo en computador y con toda la experiencia que tenía vendiendo tantos años en la radio. Esa primera jornada vendimos todo, amigos, todo, y no teníamos ni una valla, jajaja, hasta contratos llevamos y los firmaron. Decíamos que la pauta empezaba el primero del siguiente mes, faltaban veinte días. Llamamos al señor y le compramos tres vallas para empezar la primera en el Centro Comercial La Florida, la segunda en el Acrópolis y la tercera en el Vivero de Bucaramanga , pero queríamos poner por toda la ciudad. Yo pensaba: “TIEMBLA, TIMES SQUARE”, jajajajajaja.
Había pasado una semana y las vallas venían en camino
. Llegué a trabajar en la emisora y me dicen: “Piter, ¿supo lo de Iván Gómez?”, y yo: “
Dios mío, no, ¿qué pasó?”. Me dijeron: “Ayer renunció a la emisora después de tantos años”, y yo: “¿QUEEEEEEEÉ? ¿Cómo así? Pero, ¿lo sacaron?”; “No, para nada, él renunció”. Imagínense, mi socio hace tan solo una semana era ahora un desempleado por convicción
. Yo lo llamé con risa nerviosa
:
—¿Aló? ¿Iván?
—Hola, Pitersito, ¿bien o no?
—Bien, es que acá están diciendo que usted renunció a la emisora.
—Ah, sí, es que me gustó lo de las vallas y ahora me quiero dedicar a eso.
—¿Queeeé? ¿Usted está loco?
—Pero si usted me dijo que me tenía el negocio de mi vida.
—Sí, pero pues, en sentido figurado
.
Dios mío, yo pensaba que si este muchacho supiera de todos los negocios que llevaba hasta ese día no me hubiera ni abierto la puerta de la casa . Iván me dijo: “Pitersito, hace muchos años yo necesitaba algo así, que me motivara. A mí me gusta vender publicidad y si la voy a vender para mi propia empresa, lo voy a hacer con todo al 100%”. No podía creerlo, yo pensaba: “Qué poder de convencimiento el mío
, menos mal no me dio por meterlo al islam o una cosa se esas
”.
En fin, ahora me sentía más comprometido que Doña Flor y sus dos maridos. La empresa arrancó, conseguimos una oficina, el logo inicial tocó cambiarlo porque la gente veía un ojo que decía VISUAL y nos confundían con una óptica. Yo tenía que viajar mucho a mis presentaciones, pero Iván dedicaba día y noche a nuestra empresa, que crecía mucho cada día. En una ocasión me dijo: “Es que vendí el carro para comprar más vallas”. Y yo: “¿QUEEEEÉ?”. “Tranquilo que las vallas después nos darán para otro carro ”. No, me llené de pánico. Como les dije, jamás había tenido un socio, y me sentía muy mal de que el único que realmente estaba trabajando era él, así que se lo dije, que lo admiraba, que me estaba dando una lección, que me parecía ético y prudente que la empresa fuera de él solo, sin problema, que si quería me comprara mi parte y ya, que solo me devolviera lo que yo había puesto. Con la misma carreta que lo convencí de unirse a mí, lo convencí de que siguiera él solo.
El papá de Iván le prestó el dinero y no solo me devolvió lo que había puesto, sino que me dio mucho más dinero y lo que me correspondía de la pauta que ya estaba en curso. A los pocos meses Iván tenía vallas en Cúcuta también.
Amigos, este muchacho, este guerrero, me enseñó tanto, pero tanto. Visual Publicity es la mejor agencia de Publicidad de Bucaramanga
. Existe aún, cada vez más grande y mejor, y si alguna vez vieron la foto de una RANA GIGANTE
en la carrera 21 de Bucaramanga, frente a Home Center, esa era Visual Publicity, que ahora es una manzana completa abajo al lado de San Andresito Centro. Para mí esta es una historia de éxito y aunque ya nos somos socios, su éxito me alegra más que el mío; Iván se lo merece todo por honesto y trabajador. Él decidió dejar algo estable por buscar su propio sueño en algo que conocía, manejaba y le gustaba, vender publicidad. Sin saberlo, él cambió mi vida, yo no volví a invertir en ningún negocio en el que no estuviera enfocado el 100 % de mi tiempo.