Para conocer es necesario, antes que cualquier otra cosa, querer conocer. VALERIO SANFO |
Las sugestiones que se muestran en este capítulo representan sólo una pauta, un modelo en cuya base es preciso formular las frases adecuadas a cada sujeto y caso específico, de modo que estos correspondan a los objetivos perseguidos.
Se ha querido recurrir al empleo del «tú» y a un lenguaje sencillo e inmediato. En la formulación de los mensajes es necesario tener en cuenta estos aspectos:
• Las acciones sugeridas deben ser propuestas en positivo.
• La descripción debe ser precisa, sin ambigüedad alguna.
• El lenguaje debe ser sencillo, rico en adjetivos y palabras que evoquen emociones y sentimientos.
• Se debe motivar cada cambio previendo que se realizará.
El ámbito de acción es la toma de conciencia de los daños que el tabaco provoca, el asumir el sentido de libertad de la propia elección, la capacidad de proyectarse en un futuro sano y longevo. Las sugestiones podrán entonces articularse del siguiente modo:
• Ahora te sientas bajo un árbol, no tienes problemas de trabajo ni de tiempo, estás tranquilo y en calma. Ahora mira a tu alrededor,
sobre la hierba hay un cigarrillo. Se te debe de haber caído mientras te sentabas. Cógelo y observa atentamente cómo es: un pequeño cilindro de papel en cuyo interior hay hierba seca. Pero ten cuidado: se trata de tabaco, no es una hierba cualquiera; el tabaco es una potente sustancia tóxica que poco a poco va dañando todo su físico.
• Piensa en el día, ya lejano, en que fumaste por primera vez. Recuerda el sabor que tenía el humo de tu primer cigarrillo. Era un sabor fuerte, amargo, punzante, después de las primeras caladas la cabeza te daba vueltas y no sentías ningunas ganas de continuar. Y sin embargo, lo hiciste, sólo porque lo hacían los demás. Luego continuaste fumando porque el cigarrillo ya se había convertido para ti en una costumbre (que poco a poco te fue creando dependencia).
• Ahora piensa en los efectos nocivos que el tabaco provoca: disminuye la fuerza muscular y aumenta el ritmo cardiaco, por eso después de haber realizado una carrera o de haber subido unas escaleras te falta el aliento y acusas el cansancio. Te impide saborear el verdadero sabor de los alimentos que comes, intoxica el hígado dejándote mal sabor de boca. Si pudieras observar en transparencia los pulmones de un fumador, los verías grisáceos y llenos de alquitrán.
• Por eso, a partir de ahora, cada vez que sientas el deseo de fumarte un cigarrillo, pensarás en sus efectos nocivos y en el sabor de tu primer cigarrillo, y comprenderás que el humo no te aporta nada bueno, y que fumas sólo porque eres un esclavo. Cada vez que venzas la tentación del cigarrillo, facilitas el NO de la próxima vez, y poco a poco te sentirás cada vez mejor.
• Cuando veas a la gente que está fumando, pensarás que ellos son esclavos de este vicio y que tú eres superior porque lo estás dejando. Piensa que cuando alguien te ofrezca un cigarrillo tú podrás decirle: «No, gracias, antes fumaba pero ahora lo he dejado». Despertarás admiración a tu alrededor, te sentirás fuerte por haber vencido una batalla y te sentirás satisfecho de haber tomado esta decisión.
• Ahora presta mucha atención a mis palabras. De ahora en adelante, a partir del próximo cigarrillo que enciendas, notarás un sabor amargo, picante, insatisfactorio. Eso te ayudará a limitar tus cigarrillos y, poco a poco, a dejar de fumar completamente. A partir de mañana no fumarás más de X cigarrillos, y por la noche te sentirás muy satisfecho. Ahora contaré... (etc.), (disminuir de 2 a 5 cigarrillos cada semana).
Si hay que recurrir a la aplicación de la hipnosis, al tratarse de un ejercicio con sugestiones muy largas y complejas, es conveniente primero grabar en una cinta todo lo que se le debe decir al sujeto, hablando con un tono de voz suave y aplacado, y luego realizar el ejercicio escuchando la grabación.
Su radio de acción es el de motivar la pérdida de peso, la capacidad de reducir el peso corporal y de desarrollar unos hábitos sanos alimentarios, así como de un saludable estilo de vida:
• Ahora te tumbas debajo de un árbol, no tienes problemas de horario ni tampoco de trabajo, te relajas por completo, cierras los ojos y piensas en ti, en cómo estás ahora físicamente y en cómo te gustaría estar. ¿Te gustaría adelgazar, verdad? Pues bien, esta decisión sólo depende de ti, basta con que tú lo quieras realmente y todos los kilos que te sobran desaparecerán en poco tiempo. Piensa en tu cuerpo delgado en bañador, o vestido con ropa ajustada. Piensa en cómo podrías moverte con agilidad y gracia corriendo por un prado. Todo eso es realizable, basta con que tú lo quieras.
• De ahora en adelante, serás más coherente en la forma de alimentarte, ya no volverás a comer de manera excesiva a causa de los nervios, ni menos aún a pegarte un atracón. Te levantarás siempre de la mesa con un poco de apetito y verás cómo todos los trastornos y achaques desaparecerán. Comer mucho no sienta bien, al contrario, predispone al organismo a numerosas enfermedades, y tú lo sabes.
• Puedes perder con facilidad los kilos de más, basta con que tú lo decidas. Piensa en la salud y en las ventajas de tener un cuerpo delgado, y elige libremente. De ahora en adelante no comerás fuera del horario de comidas porque no sentirás la necesidad de ello, y si los demás te fuerzan, piensa que todo tu plan se echará a perder. Cada vez que estés a punto de caer en la tentación, piensa qué bonito es estar delgado, ser enérgico, vivaz, dinámico, y sabrás vencer el momento difícil, porque sabes que cada dulce que rechaces, cada pastelito que deseches, te impulsarán a alcanzar con mayor rapidez el objetivo deseado: perder el peso que te sobra.
• De ahora en adelante, siempre con tranquilidad (escogiendo bien los alimentos), masticarás muy bien cada bocado y beberás sólo si tienes verdadera necesidad y no porque algunas bebidas tienen un sabor agradable. Y no será sólo tu fuerza de voluntad la que te permitirá adelgazar, sino también tu organismo, porque a partir de mañana mismo asimilarás sólo la cantidad necesaria que tu cuerpo necesita.
Su ámbito de acción son las motivaciones para reforzar la memoria, la capacidad de aumentar la concentración, la disposición para potenciar la voluntad, la elección de modificar los hábitos de estudio.
Estas pueden ser las sugestiones:
• Aprender es un placer natural e instintivo en el hombre. Cada vez aprendes algo nuevo, es como si una nueva ventana se hubiese abierto en el universo; el conocimiento dilata la conciencia, llevándola a una nueva dimensión. Tu mente es un enorme depósito en el que metes todo aquello que te resulta útil y te interesa y del cual puedes extraer las nociones acumuladas.
• Las personas que tienen una gran memoria y se acuerdan de todo también están dotadas de una buena inteligencia, y si han llegado a tanto es sólo porque han aprendido a canalizar bien la mente. Tú también puedes ser como ellos, basta con que lo quieras.
• De ahora en adelante, cada vez que leas o escuches lo que quieras recordar, mantendrás la mente ágil y abierta, dispuesta a captar la máxima información. De este modo te resultará fácil aprender, además potenciarás tu voluntad y atención. Cada información, sea leída o escuchada, será fácilmente almacenada, y a medida que vayas aprendiendo y aplicándote seriamente, te resultará más fácil aprender, porque la mente estará entrenada y tus resultados continuarán mejorando cada día.
• Todo lo que te interesa será custodiado, de ahora en adelante, en tu mente porque tú así lo has decidido. Y si eso que lees o escuchas te interesa o tienes necesidad de recordarlo por motivos de estudio, tu mente todavía estará más atenta; lo percibirás todo y todo lo recordarás, porque tu mente estará realmente receptiva. Te acostumbrarás a relacionar lo que leas y escuches con las imágenes y a asociar palabras difíciles con otras más sencillas que signifiquen lo mismo, de este modo aún te resultará más fácil recordar.
La hipnosis regresiva consiste en aplicar una simple técnica que se basa en sugerencias dirigidas y en estrategias oportunas que permiten revivir el pasado como si se volviera a vivir de nuevo. En la revivificación, es como si el sujeto fuese reconducido a través del tiempo transcurrido y viviese de nuevo los acontecimientos pasados como si fueran realmente contemporáneos.
Subrayo la diferencia entre regresión y revivificación hipnótica. En la regresión, el sujeto, pese a ver de nuevo los acontecimientos transcurridos, es consciente de que se halla en el presente, mientras que en la revivificación hipnótica este se comporta y actúa como si estuviera viviendo en el pasado; obviamente es en este segundo caso en el que se entiende la verdadera revivificación de la vida transcurrida, hasta el punto de que en ocasiones el sujeto hablaba la lengua extranjera que habló de niño y que luego, al crecer, había olvidado.
Erich Fromm (1970) expuso al respecto el caso de un hombre de 26 años que, durante la regresión, comenzó a hablar japonés, lengua que había hablado hasta los cuatro años de edad.
En la regresión, no hay riesgos, porque es revivida sólo aquella vivencia que requiere una toma de conciencia. Las informaciones que surgen del estado hipnótico regresivo permiten realizar una exploración de la estructura y de los componentes que el Yo poseía en otras vivencias anteriores.
En la sesión regresiva, el sujeto es guiado hacia un estado de calma y tranquilidad para, a continuación, darle la orden para adentrarse en el estado hipnótico profundo inmediato, llamado comúnmente «palabra clave para el sueño inmediato». Por norma general, para acostumbrar al sujeto a adentrarse en las vivencias de su propio pasado, se le sugieren breves visualizaciones mentales, como por ejemplo, la de un ascensor que baja o la de una calle que en un cierto momento gira a la izquierda; ambas visiones son símbolos evidentes de recuperación de lo que ya ha sucedido. O bien, el hipnotizador actúa contra reloj, por ejemplo de 10 a 0, intercalando proposiciones significativas, como por ejemplo: «Tu mente se acostumbra a retroceder en el tiempo». A continuación se le sugiere al sujeto que se encuentra en un momento que hace ya algunos días que ha pasado, por ejemplo: «Se encuentra en el domingo pasado, ¿dónde está y qué está haciendo?». Si el sujeto responde coherentemente, se le puede hacer retroceder a un periodo de tiempo más lejano, o bien sugerirle directamente que se encuentra en el periodo interesado, es decir, en aquel que se le planteará de nuevo la elección difícil.
Además de proponerle el periodo en el cual se ha realizado la elección difícil, el hipnotizador debe intervenir para implicar la psique del sujeto en aquellos determinados acontecimientos que con frecuencia él intenta eludir. La tarea del hipnotizador, en esta fase central, resulta básica: él debe captar el momento, la frase, que deja entrever el verdadero dilema y, si se da el caso, debe proceder con tono imperativo para abrir una brecha en la resistencia, aún presente, del sujeto.
AUTOHIPNOSIS Y REGRESIÓN DE MEMORIA |
La regresión de memoria se puede obtener recurriendo a la práctica de la autohipnosis, pese a que los resultados no estén asegurados, precisamente por la dificultad que encarna el doble rol, hipnotizador e hipnotizado, que el individuo debe interpretar. Proponemos un ejercicio que puede realizarse en la autohipnosis para intentar establecer el proceso regresivo. Después de haber efectuado el ejercicio preparatorio de relajación muscular, llenáis todo vuestro espacio visivo con un panel completamente negro o una pizarra negra. No penséis en nada más que en ese fondo negro. Ahora haced aparecer mentalmente en la pizarra el número 100, bien grande y claro, de color blanco resplandeciente. Ahora el número 100 desaparece y deja el lugar al número 99. También este número desaparece y surge el 98, luego el 97, 96, 95 y así sucesivamente. Los números deben sucederse en la pizarra de una manera lenta y regular. No es indispensable llegar al número 0. De vez en cuando repetid mentalmente estas sugestiones, intercalando cada 4-5 números una frase distinta: • después de cada número siento agradables sensaciones de soñolencia; • después de cada número, mi mente se está acostumbrando a retroceder en el tiempo; • mi mente está cada vez más proyectada hacia el pasado; • están a punto de aflorar en mi mente sensaciones del tiempo pasado; • es fácil y simple revivir el pasado, porque mi mente está retrocediendo cada vez más en el tiempo. Pueden utilizarse también otras frases parecidas a estas. Notaréis una sensación de cansancio y fatiga, deberéis dejar de contar y quedaros en una actitud pasiva a la espera de que imágenes mentales afloren en vuestra mente. |