Sobre las quejas
Muchas veces nos quejamos porque comparamos lo que vivimos con la situación idónea que quisiéramos tener. Eso no quiere decir que no tengamos el derecho a mejorar nuestras condiciones, pero a veces caemos en la inercia de quejarnos sin valorar lo bueno que tenemos. El dolor es lo que es, mientras que el sufrimiento es la recreación mental del dolor.
La gratitud refuerza nuestra energía personal, nuestra autoestima, la calidad de nuestro vínculo con los demás. ¡Incluso nuestro sistema inmunológico, según algunos estudios! Este relato es una invitación a tomar consciencia de todo lo bueno que tenemos, a no lamentarnos continuamente, a no recrearnos en las quejas y a trabajar para resolverlas.
Marco Aurelio decía que la sabiduría es el arte de dirimir lo que podemos cambiar de lo que no. ¿Qué es lo que puedes cambiar? Hazlo, cámbialo. ¿Qué es lo que no puedes cambiar? Acéptalo, de momento, y estate alerta para identificar cuándo lo puedas empezar a cambiar. Mientras tanto, no hagas que la queja se convierta en el ancla que te hunda en el lodazal de la victimización.