Las opiniones son fantasmas
¡Cuántas veces generamos malentendidos a partir de nuestras propias fantasías y proyecciones! Aina vive en un mundo que ella misma ha creado, en el que se sitúa en una posición de víctima, y por ello se siente despreciada, ignorada y humillada por personas de su entorno que en realidad no sienten ningún desprecio hacia ella.
Muchas veces ponemos en los demás nuestra propia voz interior, nuestra propia severidad. El juez que llevamos dentro lo proyectamos en terceros.
Si Aina se apreciara más, si tuviera una mejor autoestima, no fabricaría tantos fantasmas.
Las opiniones que creemos que los demás tienen sobre nosotros son en realidad jaulas que construye nuestra propia fantasía.
Deja de opinar sobre lo que crees que opinan los demás y serás libre para vivir.