Conectar con el corazón
Este relato inspirado en una historia real demuestra que no importa si la persona a la que amamos ya no sabe quiénes somos. Lo importante es el amor que nosotros todavía sentimos por ella, y el aprecio y la valoración de todo lo vivido con ese ser amado.
Por eso, mientras pervive la memoria, pervive el amor, aunque la otra parte haya perdido ya esa capacidad, porque es en el reconocimiento donde se renueva el amor.
Reconocer quiere decir volver a conocer, ampliar la profundidad del vínculo que nos ha unido, y agradecer que exista en nuestra vida un ser amado, aunque, como es el caso del relato, el alzheimer le haya hecho olvidar quiénes somos, porque nosotros no olvidamos quién es esa persona para nosotros.
Por eso es tan bonita la etimología de la palabra «recordar», que viene del latín recordari, es decir, volver a pasar por el corazón.