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Somos parte del todo
Desde que una tormenta marina había acabado con su hogar, el pequeño Tim había dejado atrás el arrecife de coral en el que vivía con los suyos.
Tras varias horas arrastrado sin control, el joven pez pasó a encontrarse completamente solo de la noche a la mañana.
Armándose de valor, decidió poner rumbo al gran océano, ese lugar del que los peces mayores de la escuela coral, su antiguo colegio, siempre hablaban. Según ellos, allí se encontraban todas las riquezas del mundo, así como miles de especies marinas.
«Algunas son peligrosas», les recordaban a menudo los mayores a los pequeños, en un intento de asustarlos, aunque luego añadían: «Pero no por eso deja de ser el mejor sitio del mundo entero».
Decidido a encontrar el gran océano, Tim siguió nadando sin rumbo fijo. Finalmente se atrevió a preguntarle a un pez de largas barbas y aspecto bondadoso:
—Disculpe, teniendo en cuenta que usted es más viejo, necesito que me ayude a encontrar lo que voy buscando.
—Haré todo lo posible… —le contestó el otro—. ¿Qué estás buscando?
—Me gustaría encontrar el gran océano. Llevo días nadando arriba y abajo, lo busco por todas partes, pero ¡ni rastro!
El pez adulto estalló a reír y se le escapaban muchas burbujas de la boca, lo cual provocó la indignación del pequeño Tim, que replicó:
—¿Qué es lo que le hace tanta gracia?
—Enseguida lo comprenderás… —dijo muy sereno—. El océano es esto. ¡Es exactamente el lugar donde estás ahora mismo!
—¿Esto? —se asombró el joven pez—. ¡Imposible! Esto solamente es agua… y yo voy buscando el gran océano. Mis amigos me hablaron de él y me dijeron que era grandioso y que estaba lleno de riquezas.
El pez anciano se compadeció de su inocencia y le explicó cómo eran las cosas en las profundidades marinas:
—En efecto, el océano del que te hablaron tus amigos es esto —dijo en tono conciliador—, donde te encuentras ahora y donde has vivido siempre. Aquí están todas las riquezas que buscas, y todas las oportunidades también. No necesitas ir más lejos, porque todo lo que necesitas lo tienes ya aquí. ¡Eres parte del océano!