Ensayo aquí otra explicación.
Cuando le preguntaron en una entrevista a Jennifer Teege, una mulata que a los treinta y ocho años se enteró de que era nieta de Amon Goeth, comandante del campo de concentración de Plaszow, qué le diría a su abuelo si pudiera hablar con él, ella respondió: «Soy diferente. No tenemos nada en común, aparte de la sangre. Pero la sangre no significa nada». Luego de esa aseveración tan enfática, parece dudar de su seguridad y decide intentar una segunda respuesta: «Siento un poco de esa herencia, pero hay una distancia. Es muy fácil desligarte de Amon Goeth, quien es un símbolo del demonio, y decir “yo soy diferente”, pero hay matices, una persona no es totalmente buena ni mala. No justifico los actos de mi abuelo, pero es importante para mí no encasillarlo en un relato de odio exacerbado. He intentado no dejar el pasado atrás, sino ponerlo en el sitio donde debe estar, lo que significa no ignorarlo pero tampoco dejar que eclipse mi vida».
Concluye de esta manera: «Saber tu origen es vital para hallar tu identidad».