ESCENA IV

octavia.—Pedro.—Sabel.

 

sabel (Por la derecha).

¡Señorito Pedro!... (Con misterio). Haga el favor de escuchar una palabra.

 

octavia (sobresaltada).

¿Qué es, Sabel? ¿Qué es?

 

sabel

Nada, señorita, no se asuste. No es nada malo.

 

octavia (como una inspirada).

¡Mamá está ahí con la niña!

 

pedro

¡Pero Octavia, tú sueñas!

 

octavia (cerrando los ojos).

¡Están ahí! ¡Las veo!

 

pedro

No vuelvas con secretos, Sabel. Vamos á ver: ¿Qué me querías?

 

sabel

Eso mismo...

 

pedro

Pero, ¿están ahí?

 

octavia

¡Tú vete, Pedro! ¡Que no te encuentren aquí! (Vase Sabel por la derecha.)

 

pedro

¿Las esperabas? ¿Habías mandado algún recado á tu madre?

 

octavia

No, no.

 

pedro

¿Por qué me engañas, Octavia? Tú sabías que iban á venir.

 

octavia

Lo sabía, sin saberlo. (Mirando á la puerta.) Vete ahora. Que no te vean.

 

pedro (con tristeza).

¡Adiós!

 

octavia

¿No te vas incomodado?

 

pedro

No.

 

octavia (con una sonrisa á la vez amorosa y triste).

¡Adios, entonces!... (Pedro sale por la izquierda.)