El jabón

Habla una hija a su madre

Con un jabón veteado verde y rosa

como de mármol suave con fragancia

me lavabas las manos en la infancia

en una palangana azul de loza.

Merecían mi fiebre la preciosa

atención que esperaba yo con ansia,

y el hábito ritual de tu constancia

mi devoción ya casi religiosa.

Debió de ser humano ese jabón:

no en vano el agua ahora lo disuelve,

late en mis palmas aún su corazón,

y en más amadas manos me devuelve

en su perfume y su papel de plata

esa íntima ternura que me mata.