Hidra dormida

A veces cuando veo

en los vidrios relámpagos

quisiera que la lluvia

penetrara en mi cuerpo,

que de cada arbolito

de mis venas naciera

un árbol y formara

un bosque impenetrable

y que de cada trenza

que hay en mi cabellera

salieran esas víboras

que por tu culpa llevo

sobre mi corazón,

y en piedra te conviertan.