Oleajes de cielo
Aunque el ceibo se jacte de ser flor nacional
amo al jacarandá por sus hojas de encaje,
por sus flores violadas. Remedan perspectivas
de una noche profunda con un sol especial.
Vuelca una tenue sombra en la estatua de mármol
y al suelo un mar de pétalos con oleajes de cielo;
el ceibo es puro día, su flor se acerca al sol.
Jacarandá es la noche, jacarandá el amor.