En la arena

Un día moriré de saber todo

lo que no me gustaba y hoy me gusta

o lo que me asustaba y no me asusta.

Un día moriré de cualquier modo,

quiero jugar por eso hoy a estar muerta,

sin ávidos gusanos y sin pena,

cubierta como fruta por la arena

en esta playa para mí desierta.

Nada preguntará mi afán inerte.

Veré tu faz mojada. Eres mi orilla

marítima con luz toda amarilla

sin el agudo miedo de perderte

entre los caracoles y la sal

donde estoy reclinada ya sin mal.