Santa Melania

Una medalla de ópalo

podría ser la luna

cuando miro su cadena

rodeando, constelada

un cuello atento.

Aunque no pueda de ella despojarme

como de la pulsera de oro simbiótico, pálido,

o del anillo de rubí ardiente,

si un pedazo le falta

no me lamentaré,

si algo la desfigura

no buscaré su integridad perfecta.

Me dormiré en su luz para siempre

para siempre si el para siempre existe.

Y me cortaré el pelo

cuando esté creciente

y sembraré violetas y pensamientos

cuando mengüe.

Conoce mi amor designios.

Aunque digan algunos pérfidos

que es pura costumbre la belleza,

demasiado variable la cara

mis ojos la verán cuando los cierre

entre los animales

en la tierra y en el mar.

Seré su deslumbrada.