Tumbergia

Aquel que no conoce la tumbergia en enero

no conocerá el árbol más precioso del mundo.

Sus flores como cirios se abren en cada punta

erguida de las ramas,

el fruto gris rayado embellece el follaje.

La flor perfuma el agua donde está sumergida

cuando la colocamos en un vaso.

Es la única flor que conserva el perfume

muchos días: los tallos no se pudren

aunque no se le cambie el agua

que podría beberse como elixir.

Apasionadamente florece, luego caen las flores

como guantes blancos de primera comunión.