A España

España fuiste para mí el laurel,

la madre de las horas misteriosas,

tacos y castañuelas tempestuosas,

cielo raso de frutas, pan de miel.

Fuiste el tejido con el punto fiel,

cosas que me contaron, malva rosas

para el amor, las manos generosas,

la arena, el río, el toro y el vergel.

Trébole para mí fue el macachín,

tu ruiseñor seráfico, el hornero

y tus lirios, disfraces de arlequín,

porque en mi tierra sí los vi primero.

Mudo es mi verso, alarde su envoltura.

¡Ah, quién verá la luz de mi ternura!