Hotel Jardín

¡Circundado de noche y de pantanos

qué misterioso es el Hotel Jardín!

Solas las puertas se abrirán con manos

que nos llaman. El patio y el jazmín

exaltarán su olor a acaroína.

En el zaguán inspirador del asma

puntual y sicalíptico un fantasma

repetirá los pasos de estearina.

Y el relente opalino seguirá

irrigando enredaderas murales

y la sonámbula hotelera irá

durante los períodos menstruales

a revisar llorando por sus males

todos sus biblioratos y rosales.