A mi infancia

Si pudiera llevarte de la mano

a ese lugar que más te ha ensombrecido

verías la alegría que ha existido

y lo maravilloso de antemano.

Si pudiera llevarte a ese lejano

lugar, donde sufriendo has aprendido,

te enseñaría aquello que has perdido

en temer, en mentir, en huir en vano.

Mas si no he de llevarte a sitio alguno

ni darte nada iré adonde tú quieras

me mostrarás tus juegos uno a uno,

tu persistente crimen, tus quimeras,

el precoz nacimiento de tus celos,

el incestuoso amor, en mis desvelos.