DÍA 106
Hoy recuerdo que ya estoy completo
No necesito crear un yo perfecto, ya que Dios me ha hecho así. No hay ningún hoyo que deba llenar. No me falta nada, pues estoy completo en Dios.
Lo único que necesito es recordar quién soy: soy un hijo de Dios, eternamente inocente e invariablemente puro. Mientras alineo mi personalidad con la verdad de mi espíritu, la luz brilla a través de mi ser. A este proceso dedico hoy mi vida.
Querido Dios,
por favor, quita las lágrimas
que esconden mi amor,
la oscuridad que esconde mi luz
y los defectos que esconden mi belleza.
Purifica mi pensamiento,
para ser un reflejo en la tierra
del amor que es divino.
Amén.