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DÍA 118

Hoy siento la brillantez de mi cuerpo

 

Tengo un cuerpo hecho de carne y un cuerpo hecho de luz, el cuerpo de mi ser mortal y el de mi ser inmortal. Hoy siento la brillantez de mi cuerpo hecho por Dios, y casa de mi verdadero ser.

Cada célula está llena de luz. Ni la enfermedad ni la compulsión penetran en el escudo que las bendiciones de Dios hacen para mí. Mi santidad es la llave tanto para mi salud mental como para mi salud física. Soy elevado sobre el cuerpo de mis tristezas y entregado a mi cuerpo de gozo.

Querido Dios,

te entrego mi cuerpo.

Transforma cada célula en amor y luz,

así sólo tu perfección

estará dentro de mí.

Amén.