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DÍA 143

El propósito de mi vida es crecer en mi perfección

 

El embrión no necesita luchar para volverse un bebé ni la semilla para ser un roble. Yo tampoco necesito luchar para volverme la persona que he sido creada para ser.

La naturaleza me apoya en el proceso de mi propia realización. Conforme se manifiesta la gloria, mi vida será gloriosa. Conforme celebre la belleza de la vida, la vida misma celebrará mi belleza. Conforme me relajo en la corriente de lo milagroso, los milagros aparecerán en mi camino. Con el tiempo encarnaré la perfección de mi verdadero ser.

Querido Dios,

me entrego a los pensamientos del amor,

para encontrar mi camino hacia ti.

Al encontrarte, me encontraré a mí,

y entonces conoceré la alegría.

Amén.