DÍA 150
PARA REFLEXIONAR
Vernos a nosotros mismos como Dios nos ve
Podemos tener en la vida cualquier cosa que queramos ser. Ya que, finalmente, ser y tener es lo mismo. Cuando nos damos permiso para vivir la vida que queremos, poco en el mundo puede pararnos. Nuestra debilidad es sólo una debilidad en la fe, creer más en las limitaciones del mundo que en las posibilidades ilimitadas de Dios. De hecho, no hay límite de lo que es posible en nuestras vidas. Dios no sólo piensa, sabe que somos seres ilimitados, porque así nos ha creado. Nuestra tarea es aprender a vernos cómo Él nos ve: totalmente luz, totalmente amados y con poder total.