DÍA 159
Que mis relaciones sirvan a los propósitos de Dios
Las relaciones son laboratorios del espíritu o terrenos de juego para el ego. Las relaciones pueden ser el cielo o el infierno. Lo que sean para mí es mi elección.
Mi ego usa mis relaciones para servir a las necesidades que defino, mientras trato de compensar por lo que creo que necesito. En realidad, el propósito de mis relaciones es que tanto el otro como yo podamos tener el máximo crecimiento y gozo. Son los propósitos de Dios.
Querido Dios,
pongo mi relación con ___________
en tus manos.
Que mi presencia sea una bendición en sus vidas,
y su presencia una bendición en la mía.
Que mis pensamientos hacia ellos sean de inocencia y amor,
y que sus pensamientos hacia mí sean también así.
Amén.