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DÍA 197

Para ir a lo profundo, me aseguro de ir lento

 

Cuando las cosas del mundo me inquietan, no necesito unirme al caos sino aferrarme a la paz dentro de mí. La manera de aumentar mi poder en un mundo que se mueve demasiado rápido es ir despacio. La única manera de extender mi influencia es aprender para ir hacia lo profundo de mí. El mundo que quiero para mí no aparecerá a velocidad electrónica, sino en la tranquilidad espiritual arraigada en mi alma. Entonces, y sólo entonces, puedo crear un mundo que encienda mi espíritu y no que lo destruya.

Querido Dios,

que hoy recuerde profundizar en cada momento,

para ver, escuchar y reflexionar realmente

en lo que sucede alrededor de mí.

Que la profundidad de mi visión y la claridad de mis

percepciones me lleven a un lugar de paz.

Amén.