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DÍA 202

Estoy dispuesto a mirar lo que debo mirar

 

Habiéndole pedido a Dios que sane mi vida, sé que una luz brillará sobre las cosas que debo mirar. Puede haber cosas que prefiero no ver de mí mismo, y hoy me comprometo conmigo para no desviar la mirada.

La luz no puede derramarse sobre la oscuridad, sino que la oscuridad debe ser expuesta a la luz. Si no, ésta tan sólo se descompone. Estoy dispuesto a que mi oscuridad venga a la luz para entregársela a Dios y orar para que sea transformada.

Querido Dios,

te entrego

mi oscuridad.

Por favor, derrama tu luz sobre ella.

Que yo sea llevado ante ti

y sea purificado del miedo.

Amén.