
DÍA 223
No me castigaré por los errores de mi pasado
Las noches oscuras de mi alma me enseñaron muchas cosas: cuándo me equivoqué y cuándo hice lo correcto, quién he sido hasta ahora y quién seré hoy. Tomo la responsabilidad de mis errores, me arrepiento de ellos, hago lo que puedo para corregirlos y dejo que el perdón y la compasión me limpien.
Castigarme continuamente no le sirve a nadie ni a mí tampoco. Después de pasar por el fuego del remordimiento, deseo ir hacia delante y crecer a partir de mis errores. No voy a quedarme atorado en las ciénagas del odio de mí mismo. Aunque he cometido errores en el pasado, no estoy atado a ellos en el presente, ya que mi arrepentimiento es sincero. Dios mismo no quiere que castigue a quien Él ya ha perdonado.
Querido Dios,
por favor, ayúdame a aceptar tu compasión y tu perdón.
Que yo sea comprensivo conmigo mismo
como Tú eres conmigo.
Que empiece de nuevo
con un corazón libre de la culpa
que pongo sobre mí.
Amén.