DÍA 243
Soy el que Dios me creó para ser
Soy un hijo de Dios. Fui creado en un destello cegador de creatividad, en un pensamiento primario cuando Dios crecía en el amor. Todo lo que toca está colmado de su maravilla y Él me ha tocado a mí.
Mi yo perfecto no es algo que necesito crear, porque Dios ya lo hizo. Mi yo perfecto es el amor dentro de mí. Dejo que su espíritu quite los pensamientos de miedo que rodean a mi ser perfecto, para llevar al mundo la luz que Él ha puesto dentro de mí.
Que cada pensamiento que tenga y cada sentimiento que sienta sea una extensión del amor de Dios. Que el miedo y la ilusión se queden a los lados del camino conforme acepto el conocimiento de quien en realidad soy. Soy quien Él ha creado, y nada más es real.