DÍA 252
Hoy mi vida es radicalmente nueva
Hoy elijo no ser el mismo de ayer. Elijo no identificarme más con la oscuridad de mi pasado. Elijo desligarme del drama de tiempos pasados. Pongo mi vida en manos de Dios.
A través de Él acepto la bendición radical de las nuevas posibilidades. Mi corazón se descarga de las sombras de los recuerdos dolorosos, ya que en Dios tengo nueva vida.
Hoy veré hacia dentro de mí, no hacia atrás, para darme cuenta del milagro del renacimiento. El pasado ya terminó y vive sólo en mi mente. Me perdono a mí mismo y a otros, y camino confiadamente en la luz de Dios.