DÍA 267
Que no haya más guerras
En un mundo donde cada niño nace del amor de Dios, donde cada corazón anhela conectar, donde cada madre reza porque su hijo sea protegido, desatamos guerras. Dios, perdónanos.
En un mundo donde cada corazón anhela la paz y cada nación necesita un descanso de la violencia, donde cada uno reza porque la guerra no se acerque a ellos si acaso tiene que suceder, desatamos guerras. Dios, perdónanos y muéstranos otro camino.
Querido Dios,
por favor, perdona a la humanidad
por todos los pensamientos monstruosos
y las acciones frías y crueles
que ocurren en esta bendita Tierra.
Que los pensamientos de paz
y las ansias de amor
barran como una ola gigantesca.
Que el mundo se limpie
de pensamientos malvados
de miedo y separación
que destruyen nuestras almas
y destruyen nuestros cuerpos.
Que ya no haya más guerras.
Amén.