DÍA 294
Bendigo la abundancia de los demás para incrementar la mía
El mundo del ego está limitado, pero no el de Dios. En el nivel material, hay un número limitado de rebanadas de pastel. Pero en el nivel espiritual, el número es ilimitado. Si tengo una rebanada, eso no quiere decir que hay menos para los demás, y si otros la tienen, eso no quiere decir que no hay para mí.
Hay suficiente para todos. Hay suficiente belleza para todos. Hay suficiente éxito para todos. Hay suficiente amor para todos. Deseo generosamente para otros lo que deseo para mí mismo, ya que lo que bendigo en sus vidas permito que suceda en la mía.
No voy a constreñir hoy celosamente mi corazón, buscando que los otros no tengan lo que yo quiero para mí mismo, ya que sólo lo que doy puedo recibirlo y lo que quiero quedarme sólo para mí lo pierdo. Ésa es la ley de la inversión material vigente en el universo.