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DÍA 300

PARA REFLEXIONAR

No desviarse del amor

 

El amor nos despierta por la mañana con buenos propósitos y una corriente de ideas creativas. El amor inunda nuestro sistema nervioso con energía positiva, haciéndonos más atractivos a posibles amigos y socios. El amor nos llena con un poderoso carisma, permitiéndonos nuevas ideas y proyectos, aun cuando las circunstancias parecen limitadas. El amor nos lleva a arrepentirnos de nuestros errores y limpiar el desastre cuando cometimos alguna falta. El amor nos hace actuar de manera impecable, con integridad y excelencia. El amor nos lleva a servir, a perdonar y a esperar.

¿Así que por qué nos desviamos del amor? ¿Cuál es la resistencia subconsciente a esa poderosa fuerza del bien? ¿Por qué tememos justo aquello que hace que nuestra vida valga la pena? Tan sólo hacer la pregunta nos lleva más cerca de la respuesta: lo que nos aleja del amor no es nunca nuestro amigo, nunca nuestro bienestar y nunca viene de Dios. El ego es nuestro propio odio que aparece como si fuera nuestro amigo. Una vez que sabemos esto, el falso amigo pierde su poder para seducirnos y alejarnos del amor.