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DÍA 359

Le pido a Dios que transforme todos los pensamientos negativos

 

¿Cómo logro cortar el diálogo negativo conmigo mismo, la repetición crónica de pensamientos y sentimientos que me causa esta espiral emocional que me arrastra hacia abajo? No siempre es tan fácil como decir: “No pensaré de esa manera nunca más.” Los pensamientos muy arraigados son como la placa que se forma en mi conciencia. Pero en la vida no se me pide ser mi propio transformador; se me pide entregar los pensamientos y sentimientos que necesitan transformación. Dios hará el resto.

Querido Dios,

siento que voy cayendo dentro del hoyo

de la autocompasión, la propia obsesión y la negatividad.

Sé que no debería pensar de esta manera,

pero tengo miedo y no puedo parar.

Por favor, reemplaza mis pensamientos con los tuyos, querido

Dios.

Estoy dispuesto a verme y ver todas las cosas de manera

diferente.

Por favor, mándame el milagro de ojos y oídos nuevos,

para reconocer mi mayor bien.

Amén.