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DÍA 37

Hoy descanso en la suavidad de mi corazón

 

El ego de la mente me lleva a perderme, a tomar actitudes arrogantes y aires de grandeza. En realidad, mi ser espiritual, mi ser humilde, me hace brillar y atrae mi bien.

En mi modesto lugar puedo ser fuerte, ya que el poder de Dios actúa a través de mí. Mientras la arrogancia esconde mi belleza, la humildad la hace visible. En mi humildad, me retiro y dejo a Dios brillar a través de mí.

Hoy descanso en la suavidad de mi corazón y en ese lugar soy enaltecido. El universo registra el poder en mí al cederle a Dios todo mi poder.