DÍA 44
Hoy doy fe de la agonía del mundo, orando para ser usado como una fuerza de curación
No me permitas olvidar hoy el sufrimiento inútil de tantas personas. Yo no vivo dentro de este sufrimiento, pero doy fe de su existencia con un corazón compasivo.
Que hoy no ceda a la tentación de considerar sólo mi propio dolor, minimizando el dolor de los demás. Que hoy no me pierda en el egoísmo más insidioso. Al ponerme al servicio de la sanación del mundo, adquiero más perspectiva y una consciencia más poderosa.
Querido Dios,
hoy recuerdo a quienes el mundo ha olvidado:
quienes han sido torturados,
quienes han sido oprimidos,
quienes están perdidos y no sienten el amor a su alrededor.
Que el amor que les mando
ayude a realizar milagros en sus vidas.
Amén.