DÍA 55
PARA REFLEXIONAR
Aceptar lo que es importante
Pasamos tanto tiempo haciendo cosas poco importantes —cosas que al final no tienen mucho significado— y, sin embargo, por razones que nadie puede entender del todo, esas cosas poco esenciales son una parte central de nuestra existencia. Aunque no tienen conexión alguna con nuestras almas, se han incrustado en nuestro funcionamiento en el mundo material. Como parásitos espirituales, estas cosas se alimentan de nuestra fuerza vital y nos quitan la alegría. La única manera de evitar sus efectos perniciosos es irse… no de las cosas que necesitan hacerse, sino de los pensamientos que necesitan desaparecer.
Cruzar el puente hacia un mundo mejor comienza con cruzar el puente dentro de nuestras mentes, desde los patrones mentales adictivos del miedo y la separación, hasta las percepciones más espirituales de la unidad y el amor. Tenemos el hábito de pensar con miedo; se requiere mucha disciplina para dar un giro y alejarse del mundo donde el amor resulta más sospechoso que el miedo. Para lograr esta experiencia milagrosa de la vida, necesitamos adoptar una perspectiva más espiritual. De otro modo, dejaremos esta tierra un día sin haber conocido la verdadera alegría de vivir.