DÍA 82
Libero al universo de mis esfuerzos por controlarlo
No puedo controlar el universo, aunque a veces actúo como si pudiera. El universo está diseñado para funcionar correctamente desde un punto de vista divino, y mis esfuerzos por controlarlo sólo interrumpen el plan de Dios.
Hoy dejo las riendas que nunca han sido mías. No trataré de controlar el mundo en ningún nivel y de ninguna manera. Libero a todas las personas y las cosas de las trabas de mi propia voluntad.
Cuán diferente puede ser la vida si dejo ir, permitiendo al universo que realice su danza sin mi constante interferencia. Hoy suelto los pensamientos que me hacen creer que sé lo que es mejor para mí, para el mundo o para todos los que lo habitan. Me relajo al aceptar los patrones de un universo divinamente orquestado, pidiendo ser guiado hacia el mejor lugar para mí, donde pueda servir a la voluntad del amor.