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Siempre el futuro representará un gran misterio para todos nosotros, no dejará de ser una entelequia o mero producto de nuestra imaginación, recuerdo que hace varias dedicadas siendo niño imaginaba Nueva York tal como sale en las películas de ciencia ficción con vehículos de uso personal volando entre sus rascacielos, computadoras controlando hasta el más sencillo de nuestros actos rutinarios, sin embargo la realidad actual en el comienzo de este siglo XXI no dista mucho de lo que recuerdo en aquel entonces, solo podemos agregar los teléfonos móviles, las computadoras y autos modernos dotados de sistemas de navegación por GPS, aún no existen los taxis voladores.
¿En que han cambiado las navidades en estas décadas?, no mucho o quizás nada diría, siempre que se trate del ser humano, sus emociones, tristezas, alegrías y las situaciones que giren en torno a las consecuencias de sus actos, siguen siendo las mismas, es posible decir que aquellas escenas relatadas majestuosamente por Charles Dickens en su libro de navidad solo disten de las actuales en el aspecto tecnológico, el usurero seguirá siendo el mismo, el trabajador explotado por el patrón también, el niño enfermo muy lamentablemente seguirá existiendo y la familia reunida para cenar ese día especial la continuaremos viendo en forma muy similar.
Tal como lo relaté en un capitulo anterior solo se agregan nuevos elementos propios de los avances de la modernidad que si no sabemos manejar y darles su espacio correcto, podrían interferir en el futuro desenlace de nuestras relaciones.
Las navidades en el futuro no dependen del entorno material en que nos encontremos, los artefactos, la tecnología o si llegamos a la casa de nuestra abuela volando en un taxi sin chofer, solo dependen de nosotros, de nuestra disposición a compartir ese día con las personas que amamos y recordar en esa noche tan particular que nuestra esencia como seres humanos es alimentar con amor el espíritu y los corazones de quienes nos rodean.
FELIZ NAVIDAD PARA TI Y TODOS TUS SERES QUERIDOS.