Los pasos lejanos

Mi padre duerme. Su semblante augusto

figura un apacible corazón;

está ahora tan dulce…

si hay algo en él de amargo, seré yo.

Hay soledad en el hogar; se reza;

y no hay noticias de los hijos hoy.

Mi padre se despierta, ausculta

la huida a Egipto, el restañante adiós.

Está ahora tan cerca;

si hay algo en él de lejos, seré yo.

Y mi madre pasea allá en los huertos,

saboreando un sabor ya sin sabor.

Está ahora tan suave,

tan ala, tan salida, tan amor.

Hay soledad en el hogar sin bulla,

sin noticias, sin verde, sin niñez.

Y si hay algo quebrado en esta tarde,

y que baja y que cruje,

son dos viejos caminos blancos, curvos.

Por ellos va mi corazón a pie.

 

Distant Steps

My father is sleeping. His august countenance

speaks of a peaceful heart;

he is now so sweet…

if there is bitterness in him, it will be me.

There is loneliness in the house; there is praying;

and there is no news of the children today.

My father wakes, auscultates

the flight into Egypt, the stanching adiós.

He is now so near;

if there is something distant in him, it will be me.

And my mother is walking out there in her gardens

savoring a savor that no longer has savor.

She is now so mild and gentle,

so wing, so Way Out, so love.

There is loneliness in the house, it’s too quiet,

no news, no green, no childhood.

And if there is something broken in this afternoon,

something descending, and creaking,

it is two old, white, curving roads.

Down them, my heart travels on foot.