Ana, Silvia, Isabel: las hermanas Ducolomb:
siempre estaban dispuestas a auspiciar una
sesión espiritista y al final, para el susto,
una copita de jerez.
Sus temas predilectos de conversación:
la tabla esmeraldina, la pirámide
de Keops, el poder curativo
de los cuarzos.
Días antes del fatídico accidente
Isabel, la más joven,
me aseguró haber visto un ovni.
Ah, el libro de Toth, el Santo Grial,
la barca de Quetzalcóatl, el secreto de los cátaros.
Ana, Silvia, Isabel: las extraño.
Ana, Silvia, Isabel: las invoco.
Ana, Silvia, Isabel:
si hay vida después de la muerte,
hagan una señal.